El optimismo ¿nace o se hace? ¿Dónde se vende?

Os confesaré algo importante para mí. Estoy inmerso en una aventura nueva y esto me lleva a hablar con mucha gente. Pues bien, el otro día estaba hablando con un personaje que quiero y admiro, y mientras hablábamos de lo que está cambiando el mundo, me contó su idea sumamente interesante y con la que no puedo estar más de acuerdo.

Mi honesto y cercano personaje decía que el futuro de nuestro país estaba en peligro. No tanto por la edad (que también) sino por la actitud de su gente, acomodados y acostumbrados a mantener y a conformarse con lo que tienen, si los comparamos con otros países emergentes como China o India que necesitan crear un futuro mejor.

Mi humilde e importante empresario relacionado con nuestra profesión decía que hace unos cuantos años en España se hablaba de futuro. Había ambición y alegría en la cara de la gente y esta actitud se contagiaba. Hoy hay conformismo (y pedimos "Virgencita por el amor de dios, al menos consérvame lo que tengo") y los profesionales demandamos día sí y día también, que nuestros jefes nos animen y contagien optimismo, cuando ese optimismo debería salir de las propias personas.

En definitiva, en nuestro país le damos demasiada importancia al azar, a la falta de planificación, a la falta de actitud personal por cambiar las cosas. Nos quejamos de todo dejando que pase el tiempo que el pasado fue mejor.

Si creemos que la crisis es una oportunidad, deberíamos aprovecharla poniendo ganas y ambición.

Seamos diferentes...

Juan Balaguer
Contra-Pelo

Esta entrada fue publicada el 16-10-15 a las 19:53.
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