Es más que una moda

Ser emprendedor es ahora una moda que encaja muy bien en un país necesitado de cinco millones de soluciones contra el paro.

Antes, los niños querían ser de mayores veterinarios, bomberos, pilotos de avión, de coches, banqueros, todos querían ser ricos... Pero no empresarios, ahora todo el mundo quiere ser empresario, que significa tener un sueño, una brillante idea... ¡Vaya!, ser un triunfador.

Suerte tiene el que consigue arrancar una empresa y no arruinarse.

La verdad es que el mercado de trabajo no volverá a ser como antes, el trabajo que vendrá consistirá en saber qué es lo que cada uno mejor sabe hacer para vivir de ello.

Para ser empresario hace falta tener un sueño, pero si ese sueño no resuelve una necesidad y no convence a un mercado, no podrá ser una empresa, y puede acabar en una pesadilla o en una deuda al banco.

Un emprendedor o empresario tampoco puede ser un iluminado que aspire a vivir del aire o de las subvenciones. Ser empresario puede ser divertido, mágico y hasta gratificante, pero muy duro, sacrificado, arriesgado y cansado.

Como se dice en el argot taurino "si el tiempo no lo impide y con permiso de la autoridad" saldremos adelante y hasta crearemos puestos de trabajo.

Juan Balaguer
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Esta entrada fue publicada el 21-10-14 a las 19:34.
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