Una nueva cultura del sol

Está demostrado que el 70% de las arrugas se deben al sol, y es que a pesar de que todos los médicos lo desaconsejan, seguimos tomando el sol sin la protección adecuada y en las horas de más peligro, entre las 12:00 y las 17:00.

Los datos son alarmantes: En los últimos 20 años se ha multiplicado por 10 la cantidad de melanomas. Y es que la cultura española es la cultura de tostarnos al sol, la mayoría de las veces sin protector solar o con uno de un factor demasiado bajo, y sin importarnos la hora que sea.

Un estudio realizado en la Academia Española de Dermatología demuestra que el 60% de los españoles no conocen su fototipo, es decir, la capacidad de su piel para absorber el sol, y por ello no utilizan la protección adecuada.

“La necesidad de protección de la piel frente a la exposición solar es un problema importante de salud, no sólo de moda o estética” explica el dermatólogo Dr. Josep González Castro de IDERMA (USP Dexeus), “sin embargo y pese a las advertencias de los dermatólogos es muy difícil cambiar la cultura del sol”.

Además, afirma: “El sol tomado con moderación tiene efectos positivos en el organismo: favorece la producción de serotonina, un neurotransmisor que produce sensación de bienestar, estimula la producción de vitamina D básica para mantener los hueso sanos y prevenir la osteoporosis, ayuda a dormir mejor y refuerza el sistema inmunológico. También mejora la evolución de algunas enfermedades dermatológicas como acné, dermatitis o psoriasis pero con 5 minutos al día es suficiente para obtener todos estos beneficios”.

Según los dermatólogos debemos tener claro una cosa: no existe un bronceado saludable. A pesar de lo que pensamos todos, cuando nuestra piel adquiere un tono dorado, a pesar de ser bonito, la realidad es que es así como nuestro cuerpo reacciona intentando protegerse del ataque del sol.

Como siempre, lo más sensato es la prevención, y es en ese sentido en el que se dirigen los nuevos tratamientos para evitar el fotoenvejecimiento, fortalecer y proteger la piel desde el interior.

Se suelen usar serums antioxidantes a base de vitamina C, ácido Ferúlico y Phloretine, que refuerzan las defensas naturales y el sistema inmunitario, manteniendo la integridad celular (algo indispensable para prevenir casos severos como el cáncer de piel).

Además hoy en día se están empezando a usar fotoinmunoprotectores de vía oral, que suponen un aumento de la resistencia natural de la piel al sol y con la ventaja de que pueden proteger algunas zonas donde la aplicación tópica no es posible (ojos, zonas pilosas...). Son productos de origen natural obtenidos de plantas como el helecho.

Es fundamental que cambie nuestra cultura de sol, por ejemplo, tomando conciencia de que no es un problema del que sólo debamos preocuparnos en verano, sino todo el año.

Los expertos recomiendan evitar la deshidratación del sol con tratamientos a base de ácido Hialurónico, que retienen una gran cantidad de agua, y harán que nuestra piel esté bien hidratada, elástica y nutrida.

También recomiendan incluir una gran cantidad de vitaminas, aminoácidos y antioxidantes en la dieta, ya que estimulan las funciones vitales del organismo, disminuyendo las posibles carencias de la piel, protegiéndola además contra los radicales libres, responsables del envejecimiento cutáneo.

Un Estudio del Departamento de Dermatología de la Universidad de Michigan, en EEUU, sostiene que el 80% de los daños provocados por la exposición al sol se producen antes de los 18 años. Y esto no es todo, sino que además estos daños se van acumulando y aparecen en la edad madura, en forma de arrugas, piel áspera, manchas…

Esto da que pensar, no sólo debemos cuidarnos más, sino que es fundamental educar y proteger a los más pequeños, para evitar que en el futuro, les ocurra lo mismo que a nosotros.

Esta entrada fue publicada el 31-08-13 a las 15:45.
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