Tras la revolución que supuso la queratina, llegó la taninoplastia. Más o menos, dos temporadas atrás. Este tratamiento natural, a base de taninos, reconstruye e hidrata el cabello. Además, la taninoplastia alisa el pelo, dotándolo de vitalidad y brillo. El tanino, como ya explicamos en su momento, es un polifenol de origen vegetal presente en la corteza de algunos árboles como el roble y el castaño, las frutas no maduras, la piel de la uva macerada y en algunos tipos de vino. Este activo natural, patentado por Salvatore Cosméticos a nivel mundial, actúa en la fibra capilar creando una nueva cadena proteica. Con el calor de la plancha, los taninos reaccionan con las proteínas de colágeno de la fibra capilar y las unen entre sí. Al reforzar el colágeno, estos activos alisan e hidratan el pelo en profundidad.

A diferencia de otros tratamientos, la taninoplastia de dicha firma no contiene ácido glyoxílico, formol, carbocisteína ni derivados. Por tanto, es una solución innovadora y beneficiosa para el profesional y el público final. Sus principios activos no interfieren en la salud de ambos.

La taninoplastia y la enzimoplastia son tratamientos orgánicos que cuidan y alisan el pelo, aunque se diferencian en los componentes y productos que emplean.

El uso de ácido tánico, conservante natural beneficioso para el cabello, dio paso a otras técnicas posteriores que reparan y alisan el pelo sin químicos. La última de ellas, y una de las más avanzadas, es la enzimoterapia. En el salón Blow Dry Bar, de Madrid, han versionado este tratamiento al que han denominado enzimoplastia. La diferencia entre la enzimoterapia y la enzimoplastia se halla en la formulación que se emplea de las enzimas, tal y como explica Daniele Sigigliano, director creativo del salón Blow Dry Bar Madrid. "Se trata de nuestro tratamiento estrella de reparación capilar al que también llamamos SOS Pelo Roto. Nosotros utilizamos enzimas de las cortezas de los árboles y de flores, incorporando además colágeno vegetal". "El colágeno es una proteína estructural -continúa Sigigliano- que interviene en el crecimiento capilar y el mantenimiento del cabello. Su déficit implica que el pelo se debilita, rompa, reseque y dañe con más frecuencia".

Por lo tanto, este tratamiento, sin formol ni derivados, contiene ingredientes naturales como las enzimas de las cortezas de los árboles y frutos, aminoácidos antioxidantes como la cisteína, activos antiedad como la alpha-lupaline (alfa lupalina) que protegen de la sobreexposición solar, vitaminas y otros minerales, tal y como detalla Sigigliano.

La clave está en las enzimas

Las enzimas son moléculas proteicas que catalizan reacciones químicas a una velocidad superior a la habitual. Las enzimas se incorporan al ácido tánico, generándose un proceso de reestructuración molecular enzimoproteica. Esta cadena proteica se activa con el calor de la plancha, por lo que el pelo se aprecia liso y libre de encrespado. Y todo ello, sin emplear química alguna. El tratamiento no daña la fibra capilar ni altera la estructura interna del cabello. Este último luce sano, regenerado, manejable, brillante y sedoso. "Las enzimas duplican el efecto de los activos y logran un resultado muy superior al de cualquier otro tratamiento. A diferencia de la queratina que aplana el cabello, la enzimoplastia engrosa el pelo".

El tratamiento de enzimoplastia no daña la fibra capilar ni altera la estructura interna del cabello. Este último luce sano, regenerado, manejable, brillante y sedoso.

La enzimoplastia mezcla enzimas, ácido tánico y aceite de argán. Además, el equipo del salón madrileño añade colágeno natural, el elixir de la juventud del cabello.

Por lo tanto, taninoplastia y enzimoplastia son tratamientos orgánicos que cuidan y alisan el pelo aunque se diferencian en los componentes y productos que emplean. Además, el primero se suele realizar antes del verano; mientras que el segundo se aconseja después de las vacaciones, debido a sus propiedades nutritivas e hidratantes.

Principales ventajas de la enzimoplastia

  • Los componentes naturales penetran con mayor rapidez gracias a la acción conjunta de ácido tánico y enzimas.
  • Los activos del tratamiento no afectan a la salud del profesional ni del cliente. La enzimoterapia o enzimoplastia se la pueden hacer mujeres embarazadas y/o en período de lactancia.
  • El tratamiento se puede repetir siempre que se desee y su duración puede alcanzar los seis meses.
  • Tratamiento apto para todo tipo de cabello. No interfiere con otros servicios químicos, como mechas o tintes. Es más: la enzimoplastia mejora los resultados de los primeros sobre el pelo.
  • Ideal para cabellos castigados, encrespados, rotos, secos, porosos y difíciles de peinar. Es uno de los reparadores capilares más efectivos, una vez finalizado el verano.
  • Indicado para cabellos castigados, rotos, secos, porosos, encrespados y difíciles de manejar. El resultado es un pelo liso, hidratado, brillante, sedoso, resistente, y manejable. Resulta idóneo para recuperar la belleza del pelo después del verano.
  • Al tratarse de un tratamiento natural, no provoca picores, molestias ni efectos secundarios.

Paso a paso de la enzimoplastia en el salón Blow Dry Bar

  • Se lava el cabello con un champú específico que abre la cutícula con extractos de flores y plantas.
  • Se seca el cabello y se aplica, mechón a mechón, el tratamiento con la formulación arriba especificada.
  • Se deja actuar durante 30 minutos, aclarando bien el cabello después.
  • A continuación, se seca el pelo con secador y cepillo, siguiendo la técnica empleada en el salón.
  • Por último, se usa la plancha con el propósito de activar los ingredientes mediante el calor. Prácticamente ocho veces por mechón.

Consejos de mantenimiento en casa

El mantenimiento de la enzimoplastia es similar al que se emplea en todos los tratamientos de esta índole, como la taninoplastia. Lavarse el pelo y aplicar mascarilla. Se mantiene al menos durante 30 minutos, proporcionando calor con un secador. Después se enjuaga el pelo, en caso que se visite playa o la piscina.









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