BM Peluquería > Entrevistas > Isabel Flores

Con Isabel Flores es muy fácil charlar... y reír... conversar... Pasar un rato agradable, cargado de energía positiva, y serenidad, cualidades que le rodean. Mujer de bandera, profesional peluquera a más señas, dueña del salón que lleva su propio nombre, sito en la preciosa y romana ciudad de Mérida, Badajoz, capital de Extremadura.

Natural no obstante de Torremejía, Isabel decide hace tan solo un año trasladarse a este cónclave veterano de vestigios árabes e imperio de los césares, una ciudad más que hermosa, centenaria, confluencia de paisajes y culturas. Y allí ejerce su pasión, la de la mesura de los cabellos, que ella trata con delicadeza extrema, porque conoce su naturaleza y porque posee dotes extraordinarias para la consecución de su máxima salud y belleza.

A Isabel, eso de peinar le nace de dentro. Vamos, que le viene de niña, va con ella, cuando, apenas levantando dos palmos del suelo, peinaba a amigas, vecinas, familia..., no solo a sus muñecas. No por nada, sino porque le gustaba y porque, por supuesto, los resultados eran buenos. Y aunque estudiara Magisterio, muy pronto decide que su vocación es la peluquería.

Así comienza su carrera, un periplo de este siglo de mujer empoderada, no porque lo diga yo y guste del uso del cliché, sino porque Isabel, Isabel Flores, lleva las riendas de su propia vida con decisión, certera soltura y freno cuando se necesita, al frente de sí misma, su familia, trabajo y empresa, firme en tierra y los sueños arriba, alto, pero siendo capaz de hacerlos suyos, tocándolos, lográndolos...

BEAUTY MARKET: Isabel, ¡cuéntanos!, con detalle, aunque ya algo hayamos adelantado, ¿de dónde nace la pasión por el cabello?
ISABEL FLORES: (Ríe Isabel, con una sonrisa cristalina). Desde muy pequeña, efectivamente, sentí inquietud por el mundo de la peluquería. Pero ¡pequeña de verdad! A partir de los doce años empecé a practicar peinados en muñecas, y me llamaban las vecinas, amigas… Y era curioso que los peinados que me hacía a mí misma sin tener idea de peluquería, ellas me los pedían para ir a eventos; bodas, comuniones… Para mí era mi hobby, y por eso mismo, mi pasión verdadera.

B.M.: ¿Qué define en tu opinión a un buen peluquero?
I.F.: Un buen peluquero es aquella persona, ese profesional que nunca deja de aprender y reúne en torno a sí varios factores importantes. Ser buen colorista, ser bueno cortando el cabello y también finalizando los estilos. Pero sobre todo, un gran peluquero es aquel que se especializa en lo que es realmente habilidoso, brillante.

B.M.:¿Por qué empresaria al frente de tu propio salón y desde el principio?
I.F.: Siempre soñé con tener mi propio salón para poder llevar a cabo algo que es primordial para mí y que no en todos los salones se hace…”¡Cuidar el cabello!”. (Buena respuesta, pensamos. Isabel sabe muy bien lo que hace.)

B.M.: ¿Qué ha sido lo más difícil de este trayecto, 11 años como peluquera?
I.F.: Lo más difícil fueron los inicios en mi salón de Torremejía. Comencé en plena crisis económica y la gente le daba prioridad a otras cosas…

B.M.: ¿Y lo más gratificante?
I.F.: Lo más gratificante es poder recibir en mi salón a personas procedentes de diferentes partes de Extremadura (se le iluminan los ojos), que valoran nuestro trabajo y nuestra filosofía de salón.

B.M.: Tus diez primeros años en tu pueblo natal, Torremejía, ahora desde un año en Mérida. ¿Por qué ese cambio?
I.F.: Las ganas de seguir cumpliendo sueños y de seguir creciendo profesionalmente me impulsaron a dar este cambio. Pero también por todas las personas que nos visitaban desde Mérida que eran un 70% de nuestras clientas.

B.M.: ¿Es distinta la peluquería de una pequeña población a la de una ciudad?
I.F.: Sí, son muy diferentes… Aunque siempre hemos dado prioridad al cuidado del cabello, mi equipo y yo, ahora estando en Mérida lo hemos llevado a otro nivel y he podido crear un salón 'Conceptual'. Tenemos una cultura del cuidado del cabello muy definida y no sabemos trabajar de otra manera.

B.M.: ¿Tu balance de este año al frente de tu nuevo salón?
I.F.: Mi balance de este año es muy positivo. Tenemos la oportunidad cada día de crear algo nuevo y diferente y por supuesto de seguir aprendiendo. Un año lleno de formaciones para seguir dando lo mejor de nosotras.

B.M.: ¿Qué es lo que más te gusta hacer como profesional en el salón?
I.F.: Lo que más me gusta es el concepto de color que hemos desarrollado, con el que no solo cuidamos el cabello sino que personalizamos el color de nuestras clientas con dos o tres coloraciones diferentes. El resultado es el de un cabello sano, lleno de brillo y diferentes matices que causan en el cliente el tan perseguido efecto “WOW “.

B.M.: ¿Con qué equipo cuentas y cómo es tu relación con sus miembros? ¿Cómo se motiva al equipo?
I.F.: Mi equipo lo formamos tres personas. Cada una de nosotras somos especialista en lo que nos gusta y apasiona y gracias a esto puedo decir que el equipo se divide en dos: estilistas y técnicos. Los estilistas nos encargamos del diseño de mechas, color, corte y estilos. El técnico es especialista en el cuidado integral del cabello. Por eso quiero recalcar la labor tan importante que desarrolla el técnico en el salón. No se trata de “lavar cabezas” se trata de elegir los ingredientes y nutrientes que ese cuero cabelludo y cabello necesitan. El técnico es la persona que se encarga de devolverle la vida al cabello y esta preparación previa nos ayuda y facilita el trabajo a los estilista a la hora de realizar el estilo. Al equipo se le motiva enseñándole algo nuevo cada día, realizando formaciones internas en el salón y felicitándolo cuando consiguen los objetivos.

B.M.: ¿Desde cuándo tu asociación con I.C.O.N.?
I.F.: Todo ocurrió en el año 2015. Después de dar tumbos probando productos que no me aportaban lo que necesitaba, conocí la marca a través de una persona, enamorada del producto. Desde el primer momento que empecé a trabajarlo entendí el amor de la misma hacia I.C.O.N.

B.M.: ¿Qué te ofrece esta marca distinto al resto?
I.F.: Son muchas las cosas las que puedo decir… I.C.O.N. es más que una marca para mí. Es mi compañía y sus valores fueron una de las cosas que me cautivaron desde el principio. Pero lo que más me enganchó, sinceramente, fue la educación. Para mí es superimportante seguir formándome cada día, es lo que me motiva. Pienso que la educación es el futuro, por eso una parte fundamental en el salón es educar no solo al equipo, sino también al cliente en cómo debe cuidar su cabello en casa. Cuando consigues esto el cliente se hace fiel a ti.

B.M.: ¿Qué define al producto I.C.O.N.?
I.F.: La tecnología más avanzada y los mejores ingredientes. Contar con un producto vegano y crueltyfree nos ayuda a trabajar con tranquilidad y seguridad. Y así no solo nos encargamos de cuidar el cabello de nuestras clientas, también cuidamos el medio ambiente porque nuestros envases provienen de materiales reciclados. De esta manera reducimos el impacto medioambiental. Saber que en tus manos tienes un producto repleto de antioxidantes, vitaminas, aceites esenciales… Y que todo ello se consigue de ingredientes naturales procedentes de la tierra me hace trabajar feliz.

B.M.: ¿Un producto I.C.O.N. sin el que no podrías vivir? ¡O dos!
I.F.: Ahora mismo son dos: uno clásico y esencial para todo tipo de cabello. Hablo de Inner, es nuestro tratamiento de hidratación que contiene una gran concentración de aminoácidos y manteca de karité, que nos ayuda a devolverle la elasticidad, flexibilidad y nutrición al cabello. Es igual de importante que el agua que bebemos cada día. Y un segundo, novedoso e innovador: Power Peptides. Este tratamiento sin aclarado restaura el cabello aportando fuerza y estructura, garantizando la flexibilidad, calidad y brillo al cabello. Gracias a su tecnología, actúa a nivel molecular previniendo los daños en la cutícula. La combinación de estos dos productos transforma el cabello en menos de un mes.

B.M.: ¿Qué es lo que ofrece al cliente la peluquería Isabel Flores?
I.F.: Isabel Flores ofrece un trato exquisito desde el primer momento que cruzas la puerta del salón, así como la personalización de cada trabajo que realizamos.

B.M.: ¿Además de con el producto, cómo se fideliza al cliente?
I.F.: Cuando un cliente nos visita por primera vez nos gusta mantener un diálogo con él para conocer sus gustos, sus necesidades, etc. Realizamos un diagnóstico del color, tratamiento o estilo. Explicamos en cada caso cómo vamos a personalizar su trabajo para conseguir el color deseado, qué ingredientes vamos a seleccionar para tratarlo y el porqué de cada paso que iremos haciendo. Durante el proceso, le asesoramos también acerca de cómo debe cuidarlo en casa. Al finalizar, el cliente siente la transformación de su cabello y contempla y disfruta del brillo con el que siempre había soñado. Después de vivir esta experiencia y comprobar en el tiempo la durabilidad del color y la calidad del cabello, el cliente vuelve, siempre, se fideliza. (Isabel nos ha dado una verdadera lección de atención al cliente en peluquería, no se puedes describir de manera mejor.)

B.M.: ¿Sigues y participas de las redes sociales?
I.F.: ¡Me apasionan las redes sociales! Pienso que es una herramienta fundamental para cualquier negocio y en mi caso me han ayudado a poder llegar a más público y captar la atención de nuevos clientes. Por eso me gusta compartir nuestra forma de trabajar y nuestros trabajos. Soy una persona activa en redes y me gusta dedicarle el tiempo que merecen porque es el escaparate de mi negocio.

B.M.: ¿Cómo te formas a ti misma?
I.F.: I.C.O.N. siempre nos ofrece un programa educativo y vivo durante todo el año. Pero también me he formado en Barcelona, Sevilla, Madrid y Málaga. He de decir además que con y desde la pandemia aprendí que gracias precisamente a las redes sociales y lo on-line, puedes aprender algo nuevo cada día sin salir de casa y que si dedicas tiempo a esto nunca necesitarás reciclarte porque estarás cada día en continua evolución y actualización.

B.M.: ¿Qué piensas de la situación actual de la peluquería en España?
I.F.: El mundo de la peluquería ha cambiado, en el sentido de que las peluquerías del futuro están enfocadas al bienestar y al cuidado integral del cabello. Ya no se trata de teñir raíces y cortar pelo… Se trata de la excelencia en el servicio y en el resultado y esto se consigue implantado un protocolo en el salón. Mostrar al cliente cada paso que das es hacerle partícipe de la experiencia que está viviendo. Por eso, nuestro salón está dividido en áreas y en cada una de ellas nos encargamos de que el cliente vea y sienta su propia transformación. La zona del Touch Therapy es la que más les gusta porque es su momento de desconexión, relax y paz. Las terapias de tacto que aplicamos despiertan sus sentidos y hacen que el cliente viva una experiencia plena de bienestar. Este año hemos incorporado un nuevo ritual llamado “Hamman”, que se utiliza en los baños turcos para revitalizar no solo la piel sino también el cuero cabelludo. Utilizamos nuestro champú en barra sobre el cuero cabelludo aportando una limpieza profunda que promueve un cabello sano. Es una experiencia como ninguna otra.

B.M.: ¿Con qué sueñas Isabel?
I.F.: Soy una persona soñadora y luchadora, cada sueño que he tenido lo he logrado gracias al trabajo y a la disciplina. Ahora mismo estoy viviendo el sueño de tener, dirigir, disfrutar de un salón conceptual, es lo que siempre quise (dice feliz y serena). Dar un servicio excelente y conseguir resultados en el cabello de gran calidad. También soñé con poder ayudar a otros profesionales y lo estoy haciendo, ya que formo parte del equipo educativo de I.C.O.N. como técnico de color. Mis sueños siempre son grandes, y a veces los cambios grandes dan un poco de vértigo..., pero mi valentía e inconformismo (se describe a ella misma con seguridad innata, tal como trabaja y habla), me llevan a alcanzar todo lo que me propongo.

B.M.: ¿Y un sueño ya cumplido?
I.F.: ¡Mi nuevo salón, sin duda! Pero estoy segura de que cumpliré más sueños en el tiempo, porque mi palabra es siempre 'sí'.

B.M.: ¿Eres optimista ante el futuro en general de la peluquería?
I.F.: También, pero tengo claro que sólo llegarán lejos salones que no dejen de reinventarse y actualizarse para ser mejores profesionales cada día.

B.M.: Por último, no queremos finalizar sin que nos digas cuál es la clave del éxito en la peluquería.
I.F.: La clave del éxito está en establecer un protocolo de actuación con el que interactúas con el cliente desde el primer momento, trabajando de manera dinámica y con gran precisión además de conocer a la perfección los productos que utilizas. Esto te ayudará a sacarle el máximo partido al cabello en el salón y también asesorar al cliente para que lo cuide en casa de la manera adecuada. Se trata de saber solucionar el problema del cliente y hacerle feliz.