Triple Limpieza, el nuevo gesto de la cosmética

El agua micelar llegó y venció, pero ahora lo que se impone es la doble limpieza facial, incluso la triple limpieza.
Bajo el influjo de la 'Teoría y Práctica' profesional de la estética y el cuidado facial coreano, que arrasa allá donde va, conquistando el resto del mundo, Europa se rinde a los consejos y productos cosméticos de este país y ahora lo hace también ante los nuevos tips para conseguir una limpieza de la piel, más que perfecta.

Sí, has leído bien, por supuesto, has de emplear el tiempo necesario del que casi nunca se dispone. Pero en la cabina de belleza, esta nueva y comprobada eficaz moda pasa a ser un ritual que no perderse y del que disfrutar a tope, sobre todo teniendo en cuenta que el resultado es una piel de porcelana.

De Japón a Corea y de allí al resto del mundo

No obstante, y antes de meternos de lleno en cómo y para qué, centremos concretamente en el origen de esta nueva tendencia. El proceso de la doble limpieza proviene en realidad de la cultura japonesa, que otras culturas orientales, como la coreana o la china comparten. En España ocurre lo mismo, y muchas son las consumidoras y profesionales que se unen a dicha corriente. Es el caso de Maribel Yébenes, quien dispone de un protocolo, ya no de doble, sino de triple limpieza "para rostros que necesitan un extra de cuidado y con productos aptos para todo tipo de pieles", declara.

De un tiempo a esta parte, la cosmética coreana es sinónimo de éxito asegurado. Antes de comprobar cómo han adaptado esta corriente los expertos en nuestro país y sus templos para la belleza, sentemos las bases. ¿Qué es la doble limpieza? En realidad, su propio nombre lo indica, desbancando al único gesto realizado por el agua micelar, que simplificaba este procedimiento. Consiste en hacer primero una limpieza con un aceite o una crema para eliminar grasa, restos de cosméticos y maquillaje. Y después, una segunda, con un limpiador jabonoso con espuma para eliminar contaminación y células muertas. La doble limpieza es el primer paso hacia el objetivo final: una piel brillante, hidratada y suave y, por supuesto, rejuvenecida y conservada en el tiempo.

Pero, ¿qué ocurre cuando nos topamos con un exceso de 'suciedad' o grasa? Maribel Yébenes opta por la triple limpieza.
Maribel Yébenes, lanza la pregunta: ¿le damos a nuestro rostro la limpieza que necesita cuando esos factores se agravan? ¿Limpiamos nuestra piel de forma diferente cuando utilizamos más maquillaje en esta época de bodas, bautizos y comuniones?
Myriam Yébenes, directora del Instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes, propone una triple limpieza para "pieles grasas, muy maquilladas o expuestas a un alto grado de polución, con productos aptos para todo de pieles, que nos aseguran el correcto mantenimiento de la salud y el equilibrio de la piel".

Protocolo de aplicación paso a paso

¿Quieres aprender el protocolo de limpieza de moda para que pieles tan expuestas al maquillaje como las de actrices, modelos y celebrities sigan radiantes? Myriam y Maribel, nos lo facilitan.

1. Coge la cantidad de una nuez de leche limpiadora y aplícala en escote, cuello y cara.
2. Trabaja el producto en movimientos circulares, desde el centro hacia fuera y de abajo a arriba.
3. Moja la yema de los dedos y repite los movimientos.
4. Retira el exceso de producto con una toalla de felpa humedecida en agua tibia.
5. Aplica gel vitaminado, repitiendo los mismos movimientos del paso anterior.
6. Retira el producto con una toalla de felpa humedecida en agua tibia. Hazlo con suavidad, como tú sabes.
7. Aplica mousse, repitiendo los mismos movimientos del paso anterior.
8. Retira el producto con una toalla de felpa humedecida en agua tibia. Aclara con agua y seca la piel con otra toalla, con presiones suaves y siempre en dirección ascendente.
9. Utiliza un algodón e imprégnalo con tónico. No lo empapes porque desperdiciarías producto.
10. Parte el algodón en dos y con un trozo en cada mano realiza movimientos desde el centro hacia afuera, comenzando en el escote y terminando en la frente, con pequeños toquecitos o deslizándolo suavemente.

Preguntas y respuestas

Lo primero que deberían enseñarnos cuando comenzamos a cuidar nuestra piel es la importancia de realizar una buena limpieza. Es muy habitual que nuestras clientas concedan gran importancia al sérum o a la crema que se aplican, olvidando que limpiar y tonificar la piel es esencial para que cualquier producto posterior pueda cumplir sus funciones. Así y aunque en nuestro centro de belleza optemos por la doble o triple limpieza, nuestro consejo para la usuaria deberá ser reiterado al respecto, para que en el hogar, la clienta cuide y mime su piel tal y como lo hacemos nosotras con ella cuando acude a nuestro establecimiento.

Muchas son las preguntas que surgen en torno a la doble o triple limpieza, sus respuesta se constituyen en verdaderos tips de belleza. Así que toma nota.

Tip 1. En la limpieza de la mañana, la primera pasada tiene como objetivo eliminar las secreciones que produce la propia piel al regenerarse durante las horas de sueño de la noche. En el caso de la limpieza de la noche, esa primera pasada servirá para desmaquillar y retirar las impurezas que se han depositado en la piel a lo largo del día. El algodón que utilizamos en esa primera pasada termina manchado, lo que nos indica que hay zonas en las que hemos trabajado barriendo la suciedad y no eliminándola por completo. La segunda pasada elimina los residuos que han quedado en el rostro. Sin embargo, las pieles grasas, muy maquillas o expuestas a un alto grado de polución necesitan una tercera limpieza, esta vez más profunda, para limpiar los poros y devolver la luminosidad al rostro.

Tip 2. Los productos que recomienda Maribel Yébenes para la triple limpieza son la leche limpiadora, gel vitaminado y el mousse. Estas emulsiones se componen de agua y aceites que consiguen desprender y disolver la suciedad con total suavidad, realizando una limpieza profunda y eficaz apta para todo tipo de pieles. A su vez, se recomienda sustituir los algodones por unas manoplas o toallas humedecidas en agua tibia, resultando de este modo una limpieza mucho más efectiva y dejando una sensación muy agradable en la piel. Es importante recordar que la limpieza debe empezar por el escote, subir al cuello y terminar en el rostro. La combinación de la leche limpiadora, el gel vitaminado y el mousse no solo ofrece una experiencia muy agradable por la diferencia de texturas de los productos, sino que además sus principios activos se complementan, aportando un extra de hidratación para la piel.

Tip 3. El tónico es un producto esencial para mantener la piel lisa, elástica, tonificada y luminosa. Nos ayuda a eliminar cualquier impureza tras la leche limpiadora, el gel vitaminado y el mousse, reequilibrando el pH de la piel, revitalizando y refrescándola, a la vez que cierra los poros. Junto con la limpieza, ayuda a que la piel se vuelva más receptiva para los tratamientos posteriores. A pesar de lo cual, la aplicación del tónico es uno de los pasos que se olvida con mayor frecuencia, aunque es algo que las especialistas pueden detectar solo con tocar la piel, ya que se mostrará más áspera de lo normal. Se ha de elegir el tónico en función del tipo de piel, si es mixta se utiliza en la 'zona T' uno para pieles grasas y en el resto, otro tipo que sea adecuado. Se han de evitar los que tienen demasiado alcohol, secan la piel y pueden producir manchas con exposición al sol.

Tip 4. Cada piel es diferente y requiere cuidados personalizados, pero todas necesitan limpiezas profesionales cada cierto tiempo. Es especialmente importante en el caso de las pieles con poros dilatados o con acné, evitando los puntos negros resultantes de la acumulación de impurezas.
Existen diferentes tipos de limpiezas profesionales. En Maribel Yébenes siempre se recomienda el uso de tecnologías que complementen la técnica manual, en función de las necesidades de cada cual. Por ejemplo, en el caso de las pieles con poros dilatados será ideal una higiene facial con vapor de ozono, que facilitará la extracción y evitará marcas o daños en la piel.