Primero fueron los hipsters, después los lumbersexuales. En unos años, el hombre ha recuperado su aspecto más masculino y viril, dejándose barba y bigote. En consecuencia, las barberías viven una época de bonanza, pero no son los únicos establecimientos que hacen negocio con la fiebre por las barbas. De ahí el incremento que empiezan a experimentar en nuestro país técnicas como los implantes de barba.

Hace tres años, el 1,5% de los tratamientos de restauración de cabello realizados eran implantes de barba. Sin embargo, este porcentaje se ha elevado al 3,7% este año, según la Sociedad Internacional de Restauración del Cabello (ISHRS). El porqué de este incremento no se debe, únicamente, a la fiebre por las barbas. Los implantes de hoy en día son más naturales que los de años atrás. Prácticamente no se notan. De ahí su éxito actual.

¿En qué consiste un implante de barba?

Este tipo de implantes son muy parecidos a los capilares. Normalmente se toma pelo de la nuca como zona donante. Se trata de un área de vello largo. La barba resultante es más larga y frondosa.

El vello facial se implanta mediante un procedimiento conocido como Extracción de Unidad Folicular (FUE por sus siglas en inglés). Cada unidad se compone de grupos de uno a cuatro pelos así como de glándulas sebáceas (aceite), nervios, un pequeño músculo y, en ocasiones, vellos más finos.

El proceso es el siguiente: se extraen las unidades foliculares de la nuca y se trasplantan después en la cara del individuo. Para ello se emplea un microscopio estereoscópico de forma que permanezcan intactas en su forma original. Así se evita cualquier daño a los folículos capilares individuales. La intervención no es dolorosa, únicamente se emplea una anestesia sencilla.

Una intervención lenta y costosa

En función de la zona a cubrir, se precisan entre 300 y 700 injertos por cada lateral del rostro. Además, el precio de un implante de barba puede superar los 6.000 euros. El porqué de este coste se debería a dos factores. En primer lugar, se necesita un equipo médico de seis o siete expertos. En segundo lugar, el implante de barba puede durar hasta cuatro horas de quirófano.

Últimas novedades en la técnica FUE de trasplante capilar

Tras 10 años de vida, la técnica FUE se ha perfeccionado, según la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP). Desde la organización detallan algunos avances:

  • La experiencia adquirida ha permitido aumentar la velocidad de extracción, manual y a máquina. Por lo tanto, al reducir el tiempo que el injerto está fuera del cuerpo aumenta su supervivencia.
  • En la mayoría de casos, es necesario rasurar. Sin embargo, se puede llevar a cabo un rasurado parcial de la zona donante en pacientes con pelo corto. También es posible dejar unas cortinillas o flaps que ocultan la zona rasurada en los pacientes con pelo largo.
  • Hoy en día se realizan sesiones de más de 3.000 unidades foliculares en dos días de cirugía consecutivos. Esto es igual a 7.000-8.000 pelos trasplantados.
  • Ya no es necesario el uso de un vendaje después de la intervención, por lo que mejora el tratamiento de la zona donante y receptora y la recuperación es más rápida.
  • La recuperación postrasplante mejora gracias a la utilización de implantes de 0,8 y 1 mm que facilitan la introducción de las unidades foliculares y disminuyen el traumatismo que provocan en el tejido. En consecuencia, los resultados al introducir los injertos también son mejores al optimizar la angulación, la dirección y la densidad.
  • El proceso no es doloroso. Si ya hace tiempo que se trata de un proceso indoloro, la experiencia y los avances instrumentales anulan el dolor al 100%. Solo se deben tomar antibióticos y antiinflamatorios durante los primeros cuatro días. Además, se aconseja seguir unas pautas higiénicas concretas para el desprendimiento más rápido de las costras.
  • Ni rastro de cicatrices. La técnica FUE siempre se ha caracterizado por no dejar cicatrices, y con los punches de 0,7 y 0,8 mm que se usan, el paciente incluso puede llevar el pelo muy corto sin que se vean marcas
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  • La densidad del cabello es mayor. Las sesiones permiten repoblar con mayor densidad o abarcar más zonas. Además, la imagen global de densidad del paciente se iguala.
  • La utilización de la técnica de la tira en el trasplante de pelo aumenta. La aplicación de la técnica FUE para disimular cicatrices de intervenciones anteriores con la técnica de la tira ha crecido de forma considerable, con lo cual las posibilidades de esta técnica aumentan.








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