Hair chalking, o cómo jugar con mechas de colores
Chalk significa tiza en inglés. El hair chalking, o tinte capilar con tiza, consiste en colorear zonas concretas del cabello con mechas de tonos atrevidos. Una técnica ideal para experimentar y jugar con colores llamativos
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El hair chalking, o tinte capilar con tiza, es una tendencia primaveral que no entiende de cambios de estación. De hecho, esta técnica aporta un look fresco, alegre y cómodo en la calle, incluso en pleno invierno. Con el hair chalking es un placer investigar, experimentar y arriesgar con los colores. Tonos que desaparecen dos lavados después. Casi un juego de niñas. Quizás por eso se ha ganado seguidores entre numerosas celebrities como las cantantes Avril Lavigne y Katie Perry, en su versión más llamativa, o las actrices Sienna Miller y Kate Bosworth, quienes lucen mechas algo más sutiles.
Sin embargo, el hair chalking ha acaparado también la atención del público de la calle. Y la acogida ha sido "muy buena" en el salón, en opinión de Iván Lozano, de Salerm Cosmetics. La firma de cosmética capilar ha lanzado la línea Colour Up, colores tizas que aportan toques originales y llamativos al cabello. "Al profesional se le ofrece la posibilidad de realizar colores de moda con enorme facilidad sobre todo tipo de clientes, incluso aquellos que no quieren variar el color natural de su cabello de manera permanente. Clientes que necesitan verse diferentes, con un toque personalizado", reconoce.
El 'hair chalking' versus otras técnicas de hacer mechas
Con esta técnica se crean zonas concretas en el cabello con mechas de colores vistosos y sugerentes. Por ejemplo, se puede elegir entre cabelleras en color malva a otras que combinen tonos más atrevidos. Aun así, si se prefiere un look más discreto, se puede optar por sutiles mechas de colores en tonos pastel. Todo depende de la imagen que se pretenda lucir: sofisticada o espectacular. Pero, ¿en qué se diferencia esta técnica de otras similares? "Se diferencia sobre todo en la enorme facilidad y rapidez con la que se puede lograr el color, por parte de la propia usuaria, incluso desde casa", explica Lozano. Con esta técnica, y según el portavoz de Salerm Cosmetics, las clientas obtienen una serie de ventajas: "Facilidad de hacer mechas en casa y posibilidad de adaptación a cada situación y necesidad diarias. Y por último, variar el color y la cantidad de mechas ya fuere para ir a la universidad, a una fiesta o simplemente para cambiar de imagen tras cada lavado".
El hair chalking gusta por la posibilidad de experimentar sin consecuencias. Esa es la principal ventaja de esta técnica: poder variar el color sin que afecte a la situación y estructura del cabello. Al desaparecer con los lavados, el tono natural de la persona no cambia en absoluto, siendo el mismo que antes del proceso de mechas.
Una técnica apta para cualquier tipo de cabello
Sin duda, esta es una de las ventajas principales del hair chalking. Se aplica siempre que uno/a quiera y en cualquier tipo de cabello, sea cuál fuere el color de base, teñido, con mechas o natural. Cuando desaparece con los lavados el efecto del Color Up de Salerm, se recupera el color inicial sin variaciones. Para Lozano, el hair chalking no es un tinte ya que no altera ni modifica el color natural o el teñido anterior. Además, se pueden usar planchas y/o secador. "Incluso lo recomendamos. Para facilitar -añade- la fijación del reflejo hay que secar el producto sobre el cabello totalmente". Es importante utilizar el producto sobre un cabello limpio y pulido, para así facilitar su aplicación y obtener un resultado final excelente. Por ello, se recomienda desenredar la melena de forma previa, y secar y peinar después. Además, se pueden mezclar diversos tonos en una misma melena. Se logra así un acabado multicolor muy sofisticado.
Más que una tendencia pasajera
El hair chalking ha comenzado como tendencia, pero ha logrado abrir aún más el campo de las formas de colorear el cabello en un segmento de usuarios a los que les gusta mucho la variación. Eso sí, sin la necesidad de cambiar su color natural o teñido con el que ya se hallan a gusto. "El proceso es similar al de otros sistemas de trabajo que con el tiempo se han convertido en una más de las posibilidades de cambiar la forma y el color del cabello, como, por ejemplo, ha pasado con los alisados de queratina", detalla Lozano.
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