Investigadores pertenecientes al Centro de Investigación Biomédica y a las Facultades de Ciencias de las Universidades de Granada y Jaén y al Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra (CSIC), han ideado un procedimiento para generar estructuras similares a la de los huesos a partir de células madre de cordón umbilical. Este tejido óseo se ha obtenido gracias al uso de plantillas de carbón activado, en las que, tras anidar, las células proliferan y se diferencian, dando lugar a un material (compuesto por minerales como el fósforo o calcio, colágeno, osteoblastos, osteocitos) que podría emplearse con fines terapéuticos.

Este material, que consiste en una tela de carbón activado sobre la que se soportan y se diferencian las células dando origen a un producto capaz de promover el crecimiento del hueso, se presentó como un gran logro para conseguir intervenciones importantes. Queda mucho por recorrer, pero es una noticia con gran impacto.

Así, aunque este método aún no se ha aplicado en modelos de investigación "in vivo", los resultados obtenidos en el laboratorio son prometedores y en un futuro podrían servir para fabricar medicamentos destinados a la reparación de lesiones óseas u osteocondrales, tumorales o traumáticas y a la sustitución del cartílago en aquellas extremidades óseas que lo hayan perdido.

En concreto, un tipo de células madre adultas denominadas mesenquimales -no confundir con las que se obtienen de la sangre y que se emplean para el trasplante de médula- que se extraen del tejido que hay entre la piel y los vasos sanguíneos del cordón. El carbón activado ejerce de andamio que facilita el anclaje y desarrollo de las células. "Tiene la facultad de retener y absorber las células en su enorme superficie", apunta el investigador.

Además de multiplicarse, las células mesenquimales se diferencian de forma natural hacia células óseas, "sin necesidad de recurrir a factores de crecimiento", destaca Ruiz de Almodóvar. El resultado es un material biológico que ha colonizado el soporte de carbón activado y que presenta buena parte de las características del hueso. "Es capaz de fabricar el colágeno y los minerales que forman las estructuras óseas, que se pueden observar bajo la lente del microscopio, pero además tipos celulares característicos del tejido como osteoblastos u osteocitos", describe el investigador.

El "hallazgo fundamental", explica, está en que bastan "la tela y la célula, además de los nutrientes, para conseguir la diferenciación de las células a un material que simula el hueso biológico". Los investigadores estaban convencidos de que las células se iban a adherir a la tela, aunque no esperaban que se diferenciaran sin añadir "factores extraños".

El siguiente paso es implantar este biomaterial en animales como conejos o ratas para comprobar su comportamiento en el organismo y observar si es capaz realmente de regenerar huesos y cartílagos.

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