FANAE responde a SEME: defendiendo la profesionalidad del sector estético

La Federación Nacional de Asociaciones de Estética (FANAE) ha alzado la voz contra las recientes declaraciones de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), recogidas en medios como La Vanguardia y La Voz de Galicia. Según FANAE, estas informaciones no solo menosprecian la labor de los profesionales de la estética, sino que generan una visión distorsionada sobre la regulación y cualificación del sector.

El origen de la polémica

El pasado 5 de febrero, La Voz de Galicia publicó un artículo en el que se afirmaba que un 65% de los procedimientos estéticos en España los realizan profesionales no cualificados y que un 20% de estos se llevan a cabo en centros de estética, peluquerías e incluso domicilios privados. Dichas cifras fueron presentadas por la SEME en su campaña Tu cara ya no me suena, con la intención de advertir sobre los riesgos de la mala praxis en estética.

En su respuesta, FANAE ha expresado su desacuerdo con la generalización de estos datos y ha defendido la preparación de los esteticistas. Según la federación, antes de la creación de la especialidad de Medicina Estética, la profesión de esteticista ya estaba reglamentada con dos grados formativos –medio y superior–, regulados por el Real Decreto 881/2011. Además, existen módulos profesionales específicos que avalan la capacitación de estos profesionales para realizar tratamientos estéticos con seguridad y sin incurrir en intrusismo. "La esteticista está cualificada para realizar todos los tratamientos que incluyen sus enseñanzas, por lo que ejerce su profesión sin ningún riesgo ni intrusismo, ya que existe un Real Decreto que la avala", señala FANAE.

El papel de la esteticista en el sector

FANAE recalca que los esteticistas cuentan con formación específica en aparatología y técnicas avanzadas, avalada por certificados como el reciente Tratamientos Estéticos Integrales (RD 1024/2024). Además, destacan que los centros estéticos cumplen con normativas estrictas y derivan a especialistas médicos cualquier alteración cutánea que detecten, garantizando la seguridad del cliente. "Los centros estéticos en su mayoría están cualificados profesionalmente, derivan al sector médico cualquier posible patología que detectan, tienen su seguro y desean lo mejor para su cliente, ya que son empresarios y viven de él", recalca la federación.

Asimismo, FANAE señala que, si bien los médicos estéticos comenzaron colaborando con los centros de belleza, actualmente han integrado servicios estéticos en sus propias clínicas, contratando esteticistas para realizarlos. En este contexto, FANAE cuestiona: "¿Quién ha realizado realmente el intrusismo?".

La respuesta de la SEME

Tras la contestación de FANAE, la SEME ha respondido con un tono conciliador, asegurando que respeta el trabajo de los esteticistas que se limitan a los tratamientos que les corresponden. No obstante, han reafirmado su postura contra quienes practican procedimientos médicos sin la titulación adecuada, instando a FANAE a condenar públicamente estas prácticas para evitar confusiones en la población. "Nuestra campaña va en contra de las que realizan tratamientos médicos, de los que ustedes también son conocedoras, y que agradeceríamos que se postulasen de forma clara en contra de esos comportamientos", señala la SEME en su respuesta oficial. Además, recalcan que "hay tecnología que es aplicable de forma legítima y dada su preparación por las esteticistas" y que su intención no es menospreciar a los profesionales cualificados, sino proteger a los pacientes de posibles riesgos.

Un llamado al respeto entre profesiones

Desde FANAE, se insiste en la necesidad de no generalizar ni desprestigiar sectores profesionales que cuentan con una regulación clara. "A todos nos hace daño el intrusismo, pero sepamos respetar las profesiones y no generalicemos", concluye Concha Vela Fernández, presidenta de la federación.

El debate sigue abierto, y mientras tanto, los profesionales de la estética continúan defendiendo su derecho a ejercer su labor con la formación y el reconocimiento que les corresponde.