Fascinados por la piel: ácido hialurónico, héroe al rescate

Cuando hablamos de cosmética facial y de los secretos para una piel radiante, el ácido hialurónico arrolla como un ingrediente fundamental en el arsenal de belleza. Este componente, conocido por su capacidad para retener humedad y suavizar finas líneas, es un favorito tanto para entusiastas del cuidado de la piel como para profesionales del sector.

Esther Moreno.

Entre estos profesionales destaca Esther Moreno, facialista y cosmetóloga de EM Studio en Barcelona, quien no solo entiende la ciencia que respalda los beneficios del ácido hialurónico, sino que también sabe cómo utilizarlo de manera efectiva para realzar la belleza natural de la piel de sus clientes. Con un enfoque personalizado y su pasión por la cosmetología, Esther Moreno aporta un toque de excelencia al uso de la cosmética facial, guiando a sus clientes a través de los misterios del cuidado de la piel y mostrándoles cómo el ácido hialurónico puede transformar su rutina de belleza. Ahora también nos lo muestra a nosotros.

¿Qué es el ácido hialurónico?

Este compuesto es un glicosaminoglicano producido naturalmente por nuestro cuerpo con la impresionante capacidad de retener hasta 1.000 veces su peso en agua. Es una parte crucial de la dermis, donde ejerce una acción hidratante y protectora. Además, “más allá de hidratar, el ácido hialurónico es en gran medida responsable de mantener la piel elástica, protegida y tonificada”, indica la facialista.

A medida que envejecemos, la producción natural de ácido hialurónico disminuye, lo que conduce a una piel más deshidratada y a una barrera cutánea comprometida. Esto puede resultar en pérdida de agua transepidérmica (TEWL), alterando el microbioma de la piel y su pH, lo que Esther Moreno describe como la "tormenta perfecta para nuestra piel”. Por ello, “incorporar productos que contengan ácido hialurónico en la rutina diaria es vital, independientemente del tipo de piel que tengamos. Pero no todos los ácidos hialurónicos son iguales; la clave está en su peso molecular”, explica Moreno.

Peso molecular: el detalle crucial

Tal y como explica nuestra protagonista, no todos los ácidos hialurónicos son iguales; la clave está en su peso molecular. En función del peso molecular conseguiremos unos beneficios u otros. Por esa razón, la recomendación de Esther es “utilizar una combinación de ácido hialurónico distintos pesos moleculares para aprovechar todos sus beneficios”.

• Alto peso molecular: se queda en la superficie de la piel, formando una barrera que limita la pérdida de agua transepidérmica.
• Peso molecular medio: penetra un poco más, brindando hidratación y ayudando a mantener la elasticidad.
• Bajo peso molecular: tiene la capacidad de penetrar en las capas más profundas de la piel, proporcionando una hidratación intensa y mejorando la elasticidad de manera más significativa.

El ácido hialurónico y sus compañeros de fórmula

Pero no toda la rutina puede basarse en el ácido hialurónico ya que, de hecho, es un excelente compañero para otros ingredientes cosméticos. Según explica Esther Moreno, “funciona excepcionalmente bien en combinación con antioxidantes como la vitamina C, OPC y niacinamida, y es compatible con retinoides y varios tipos de ácidos como glicólico, azeláico, salicílico, mandélico y gluconolactona. Además, los ácidos grasos y las ceramidas potencian y complementan sus efectos”.

Para incorporar el ácido hialurónico en la rutina de cuidado de la piel, la facialista recomienda seguir estos pasos que por supuesto, deben estar revisados y adaptados a las necesidades de cada piel por ti, profesional:

1. Limpieza: comenzar con una piel limpia para asegurar la mejor absorción.

2. Tónico: aplicar un tónico que prepare tu piel para recibir hidratación.

3. Sérum de ácido hialurónico: utilizar un sérum que contenga una mezcla de los diferentes pesos moleculares de ácido hialurónico.

4. Combinación con otros ingredientes: considerar productos que combinen ácido hialurónico con otros ingredientes activos mencionados anteriormente.

5. Sellado: aplicar una crema hidratante que selle todos los beneficios en la piel.

6. Protección solar: finalizar con el último paso siempre fundamental, un buen protector solar de factor alto, incluso en invierno.