Mario Dedivanovic, genio del maquillaje

¿Qué tendrá Mario Dedivanovic que todas las estrellas lo quieren? Su historia comienza al lado, sólo al lado de la belleza. Vamos, que era el 'chico de los recados', repartía muestras de perfumes en Sephora. Tenía 17 años. Ahora, Mario, tras una carrera que abarca casi dos décadas de fulgurante trayectoria, es uno de los artistas de maquillaje de celebridades más buscados. Con cuentas millonarias en las RRSS, seguido por las más glamurosas estrellas, Mario posee una cualidad innata a la hora de maquillar cualquier cara y es la de su impecabilidad. Rostros perfectos sin defecto alguno, pieles nunca mejor llamadas, de porcelana.

Pincel de celebrity

Lo aprendió todo en un periplo por el mundo al lado de los mejores maquilladores y fotógrafos de la industria de la belleza. Acababa de cumplir los 20. A partir de ahí, las celebrities hacen cola a su puerta detrás de sus pinceles. Sus trabajos de make up en grandes producciones han sido publicados en las cabeceras de moda más importantes del planeta, Harper's Bazaar, Elle, Glamour, Vogue y Seventeen. Sus clientes incluyen, empezando por la icónica Kim Kardashian-West y el 'Klan' al completo, a figuras de la talla de Jennifer Lopez, Demi Lovato, Ciara, Ariana grande, Tyra Banks y más.

Cada vez más famoso, su cuenta de Instagram echa humo. Dicen los críticos que posee un secreto. Ayuda a las mujeres a sacar la mejor versión de ellas mismas, poniendo el énfasis en una tez natural. Su atención y fijación por mezclar, esculpir y resaltar le convierten en un perfeccionista que confía en las técnicas tradicionales, probadas y verdaderas para lograr curiosamente, resultados modernos y a la última. Lo suyo es la imagen perfecta.

Una historia de emprendimiento

De origen albanés, nacido en el Bronx en 1983, Mario Dedivanovic es uno de esos triunfadores que se topan con su carrera sin quererlo, por casualidad.
La historia de 'Make Up By Mario' pasa de ser mero repartidor de muestras de perfumes a la cima del mundo del maquillaje y sus estrellas. Mario, contratado por Sephora, desempeñaba para una de sus tiendas el que fuera también uno de sus primeros y más modestos trabajos. Justo al lado de donde él repartía, estaba un expositor de labiales y maquillaje. Las clientas le pedían consejo, pensaban que era un dependiente del departamento de belleza. Así que empezó a contestarles y poco a poco a interesarse por esta esfera por la que cada vez se sintió más atraído y enamorado. Dedivanovic comenzó a sentir verdadera pasión por la belleza. El resto vino rodado, decide que éste es su mundo y un par de años después ya trabajaba maquillando en el canal de noticias Fox News. Curiosamente, nadie quería que alguien tan joven se encargara de su imagen.
Todo cambió cuando Julie Banderas, la presentadora más popular de Fox News, se dejó maquillar por él. Cuando vio el resultado, exclamó: "¿pero quién es este chico? ¡Es increíble!". A partir de ahí, la historia casi se escribió sola.

Kim Kardashian, la chica más guapa del mundo

El maquillaje de un informativo nunca puede ser estridente: no hay espacio para sombras o labiales intensos. Pero incluso con unos tonos tan suaves, se notaba que Julie Banderas, en los informativos de Fox News presumía de un look de infarto, estudiado al milímetro, atendiendo a cada mínimo detalle. Y mira tú por dónde que Kim Kardashian se fijó en el maquillaje de Julie. Esto ocurría en 2008. Kim reclamó los servicios de Mario para una sesión de fotos, que al cruzarse con ella por primera vez, pensó que era "la chica más guapa que había visto nunca", confiesa.

De manera somera y para contener la historia de Mario, tras aquel primer encuentro, Kim pidió a Mario que le llevara de compras y le dijera cuáles eran los productos que había utilizado para maquillarla.
Kim, finalmente, contrata a Mario como su maquillador fijo y propio para fiestas y eventos, incluidas sesiones fotográficas.
Comienza así el espectáculo. De entonces hasta ahora, Mario Dedivanovic es hoy por hoy y sin dudarlo el maquillador más seguido e influyente en el mundo, el cual recorre desde Los Ángeles, la ciudad de la cual ha hecho su habitual residencia, aunque disfruta también de las vistas de un ático neoyorquino de su propiedad, en el exclusivo Upper East Side, de tan espectacular merecedor de algunos reportajes de decoración de las revistas especializadas.

Dedivanovic no sólo acumula el beneplácito de las estrellas más famosas. Posee otro lado empresarial destacado. Sus clases maestras, con las que recorre los cinco continentes, son auténticos espectáculos que reúnen a tanta gente como un concierto. El maquillador empezó con un tutorial al que asistieron 20 personas. En agosto de 2017, sin embargo, llenaba un auditorio entero de Times Square, en Nueva York, con más de 1.200 personas que habían pagado entre 500 y 1.500 dólares para escucharle y verle maquillar en directo a su mejor clienta y amiga, Kim Kardashian, la chica más guapa que jamás había visto.

Trucos de belleza

Actualmente, el maquillador de todo el Klan Kardashian, ha logrado que las palabras contour y contouring, técnica que permite esculpir los rasgos del rostro empleando solo maquillaje, sean conceptos al alcance de las masas. Entre sus trucos, secretos y preferencias hay algunas muy significativas de cómo este genio del maquillaje percibe el mismo y lo lleva a la práctica. A Mario le gusta:

• Las cejas marcadas y contorneadas, muy a lo Instagram.
• Huye de la obsesión por las texturas mate. Aconseja a a sus clientas que no sufran si empiezan a sudar después del maquillaje, porque eso "aumenta el glow de la piel", del cual es fan.
• A Mario no le gustan los primers, porque cree que entorpecen el resultado final y sí crema facial.
• También recomienda utilizar cuatro tipos distintos de perfilador de ojos y dos lápices de cejas en diferentes colores, uno para la cola de la ceja y otro más oscuro para el resto.
• Para difuminar, usa esponja.
• Su técnica más famosa es la del baking para cubrir las ojeras oscuras. Consiste en aplicar el corrector bajo los ojos en forma de triángulo invertido, difuminar con una brocha hasta las sienes y sellar el maquillaje con una capa de polvos, aplicados con la esponja.