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No gusta a nadie. Ni a hombres ni a mujeres. Pero en los últimos tiempos, se ha convertido en algo que preocupa incluso a la gente más joven. De hecho, es una de las consultas estéticas faciales que más han incrementado en los últimos tiempos. ¿El principal motivo? La postura que empleamos al usar los dispositivos móviles que nos han hecho incrementarla.

¿Cuello tecnológico y papada es lo mismo?

En los últimos tiempos nos encontramos con casos de personas que no habrían desarrollado papada, al menos no de la manera tradicional. Nos referimos a sobrepeso o por causas que hasta hace unos años eran las más lógicas (hormonales, exceso de grasas e hidratos en la alimentación…). De hecho, ha cobrado tal importancia que incluso tiene ya un nombre propio, cuello tecnológico, Tech Neck. Es una realidad que apreciamos cada vez más en nuestros diagnósticos. Además, ha empezado a aparecer antes de tiempo. Incluso en cuellos jóvenes que muestran un envejecimiento prematuro por el uso excesivo de las nuevas tecnologías y por la postura tan forzada de manera continuada.

¿Por qué se produce esta papada 3.0?

Esas posturas, provocan una tensión constante en la zona. Levantando y agachando la cabeza, encogiendo el cuello, provocamos que los surcos (los conocidos como cuellos de Venus) se marquen de manera más acentuada. Y no solo influye la postura sino también la luz azul que emiten los dispositivos y que dañan la piel. Estar sobreexpuestos a la luz azul eleva el riesgo de hiperpigmentación. Incluso daña la elasticidad de nuestra piel. La consecuencia más directa y visible es que disminuye la elasticidad de la piel y daña la estructura de sus células. Y provoca el envejecimiento prematuro que deriva muchas veces en papada. Así que la pregunta obligada es ¿cómo mantener a raya la papada?

Consejos para mantener la papada bajo control

1. Cuidado con las harinas y grasas que consumes. Pon freno sobre todo a las harinas refinadas y a las grasas saturadas. Lo que añades a tu dieta afecta de manera directa a esta zona del cuerpo y especialmente si estás genéticamente predispuesto. La fruta y verdura, incluso los lácteos desnatados son siempre mejor opción.

2. Aumenta el consumo de proteína porque es la encargada de combatir la flacidez y de proporcionar firmeza a los tejidos. La proteína animal que procede de huevos, carne…, o la proteína vegetal que de frutos secos y legumbres.

3. No elijas las cremas sin criterio. Necesitamos cosméticos que estimulen la síntesis de colágeno. Hay que reestructurar la piel y darle ese aspecto de firmeza que perdemos con los años. Lo más importante es entender que estas zonas necesitan un producto específico, ya que es un tipo de piel diferente que necesita unos cuidados y tratamientos especiales. Necesitamos hacer diana con las cremas. Es ideal emplear una crema reafirmante que podemos aplicar además de en la zona del cuello en el escote. Mejor que contengan lipopéptidos antiedad, que estimulan la síntesis del colágeno y de las fibras de elastina. Y extracto de helecho que alisa y reafirma. La Vitamina E nos conviene porque aporta su poder antioxidante. Y el ácido hialurónico porque hidrata en profundidad y hace un efecto de relleno. Sin olvidar aprovechar ese momento para realizar ejercicios de yoga facial en casa.

4. Mastica chicle. Este consejo, puede parecer, algo menor pero nos ayuda a fortalecer la mandíbula y a ejercitar la musculatura. Eso sí, como masticar chicle no resulta muy atractivo, mejor hizo en privado.

5. Practica yoga facial con tu mandíbula. Hay ejercicios que nos fortalecen esta zona. Hay que entrenar los músculos de la mandíbula y el cuello para combatir la papada. ¿Cómo hacerlo? Con la espalda erguida y mejor sentados en una silla, realiza ejercicios de estiramiento del cuello hacia delante y hacia atrás. Súmate también a la moda de los gadgets domésticos. Hay algunos como Unicled Neck & Chin Mask con los que no solo conseguimos decir adiós a la papada sino también a las arrugas de cuello y escote.

Si a estos consejos sumas un extra de hidratación en la zona, y evitas las dietas de ida y vuelta, mejor. Recuerda que la grasa se acumula donde menos te interesa y aumenta la flacidez. Tampoco debemos olvidar exfoliar esta zona. Al menos una vez a la semana o cada 15 días. Eliminar las células muertas nos ayudará a renovar la piel.

¿Y en cabina? Es perfecta la combinación que nos proporciona Jovena. Un tratamiento regenerador total capaz de reafirmar, tonificar y tensar la piel con un efecto lifting de impacto sin cirugía. ¿Su secreto? Combina plasma fraccionado, capaz de realizar una microcirugía mínimamente invasiva optimizando la renovación celular, y radiofrecuencia con diatermocontracción. La radiofrecuencia se encarga de reclutar de manera masiva las fibras, maximizando los resultados y la termocontracción, es capaz de llegar a las capas dérmicas más profundas y a los músculos. La personalización del tratamiento es máxima convirtiendo a Jovena en el rejuvenecedor por excelencia. De esta manera conseguimos reducir la grasa acumulada en esta zona y reafirmar de manera paralela.

La conclusión es que podemos evitar la aparición de la papada, incluso eliminarla, pero es clave la constancia. Una correcta posición postural resulta fundamental. Colocar los dispositivos a la altura de los ojos a la hora de ver una serie o elevar el portátil de manera que trabajemos sin tener que forzar la postura ni obligar a inclinar constantemente la cabeza y el cuello, ayuda. De esta manera evitamos ese gesto tan marcado.