En el año 2011, Peña se hizo con su primer Fígaro, el de Peluquero Revelación. Seis años después, este estilista y formador ha acumulado éxitos, quedando como finalista en los AIPP Awards 2015-2016 y los Fígaro, en la categoría de Mejor Colección Comercial Masculina, de los últimos dos años. Peña compagina su pasión por la creación con los múltiples cursos y demos que imparte en la academia de Toni & Guy España en Valencia, codo con codo, con José Boix. "Me siento tremendamente halagado cuando recibo un premio o soy nominado para otro, pero lo cierto es que esto no supone un antes y un después. Sí representa una motivación más en mi camino", asegura.

Para mí, la peluquería es un arte y éste experimenta diversas etapas y evoluciones. Eso es lo que hago cuando trabajo y me inspiro para crear colecciones. La del año 2016 se ha basado en distintas épocas que se adaptan a la actual. No se trata de inventar nada nuevo, sino de reinventar.

Beauty Market: Fuiste finalista a los Fígaro 2016 en la categoría de Colección Comercial Masculina hace unos meses. Finalmente, los ganadores se dieron a conocer durante la gala del pasado día 7 de noviembre en el marco de Salón Look. ¿Cómo viviste ese momento?
Rubén Peña: Lo viví como lo hace todo profesional que se enfrenta a uno de los momentos cumbre en su carrera: con intensidad, emoción, nervios... teniendo presente lo que nos recuerda José Boix, nuestro director. Él siempre dice que no existe una cima y tampoco un tope para cada uno de nosotros. Estas experiencias son un aliciente más, pero no deben impedir que nos fijemos nuevos retos.

B.M.: Finalmente, David Siero, estilista en Toni & Guy Londres, se hizo con el premio a la mejor Colección Comercial Masculina 2016. ¿Cómo llevasteis esta competición entre compañeros? En general, ¿qué destacarías de David Siero?
R.P.: De hecho, David también ganó el premio al Mejor Peluquero Revelación. Sinceramente, me habría gustado llevarme el galardón, pero sé reconocer el talento cuando lo veo. Creo que es importante que se reconozca a los nuevos talentos de forma notoria, como hicieron conmigo cuando me llevé el Fígaro en su día. David y yo, además de compañeros, somos amigos. Me alegré muchísimo por su gran éxito en esta última edición de los Fígaro, porque se lo merecía mucho.
De David destacaría su entusiasmo. Siente verdadera pasión por lo que hace y no se lo toma como un trabajo, sino como un arte. Esto responde totalmente a la filosofía de Toni&Guy. Siempre damos algo más. Llevamos la peluquería en las venas y queremos elevarla.

Me gusta fijarme en el ambiente de las urbes, en los estilos que lleva la gente, en la evolución de la ropa y los complementos. Viajo mucho y comparo culturas. Después, todo eso lo aplico a mis colecciones.

B.M.: En los últimos dos años, has quedado a las puertas del Fígaro en la categoría de Mejor Colección Masculina con dos propuestas muy distintas. En el año 2015, mostraste tu lado más rebelde con Gangs. El año pasado presentaste looks juveniles y llevaderos con TYD. Tratándose de dos colecciones tan distintas, ¿cómo se produjo el salto de la una a la otra?
R.P.: En realidad, ese salto se produjo de forma natural. En el año 2015 exploré mi lado más "gamberro", mientras que el año pasado me dediqué a reconquistar los clásicos, sin dejar del todo ese toque ese toque "gamberro". Para mí, la peluquería es un arte y este experimenta diversas etapas y evoluciones. Eso es lo que hago cuando trabajo y me inspiro para crear colecciones. La del año 2016 se ha basado en distintas épocas que se adaptan a la actual. No se trata de inventar nada nuevo, sino de reinventar.

B.M.: Con Gangs, también quedaste finalista de los AIPP Awards 2015-2016, galardones que premian a las mejores colecciones de peluquería a nivel mundial. ¿Cómo influyó esta nominación en tu carrera?
R.P.: Los AIPP son unos premios que otorgan también renombre a nivel profesional. Estar posicionado como finalista en los premios más importantes del mundo de la peluquería, dentro y fuera de España, es un honor. Me sentí tremendamente halagado, y sobre todo, motivado para seguir creando colecciones inspiradoras.

B.M.: Cinco años atrás, lograste el premio Peluquero Revelación de los Fígaro 2011. A día de hoy, ¿cómo ha evolucionado el Rubén Peña de entonces? ¿Qué ha cambiado a lo largo de estos últimos años?
R.P.: Sigo siendo el mismo Rubén Peña entusiasmado, apasionado y con mucho que ofrecer pero, al mismo tiempo, mucho que aprender. Me siento, como te decía antes, tremendamente halagado cuando recibo un premio o soy nominado para otro, pero lo cierto es que esto no supone un antes y un después. Sí representa una motivación más en mi camino. Creo que no he cambiado; sino que he evolucionado, espero que a mejor (risas).

Para mí, trabajar con José Boix es un privilegio. Además de un gran peluquero es un emprendedor muy implicado en numerosas facetas: la enseñanza en la academia, en el salón, en la atención a los clientes, en la comunicación de la firma y en la creación de colecciones editoriales.

B.M.: Como estilista y formador en Toni & Guy, ¿supone una gran presión formar parte de una de las enseñas de peluquería con mejor palmarés de la historia de los Fígaro? ¿Qué requisitos se necesitan?
R.P.: Más que presión, es una gran responsabilidad. En la Academia Toni & Guy formamos a los futuros profesionales de la peluquería. De nuestros salones han salido grandes figuras como, por ejemplo, Aitor Galan, quien también fue nominado en los Fígaro este año, junto a David Siero, como Peluquero Revelación. Los únicos requisitos para ser formador son, como decía antes, la pasión, la creatividad y las ganas de aplicar las técnicas de nuestra firma para enseñar a los profesionales.

B.M.: ¿Cómo supiste que te querías dedicar a este oficio? ¿Fue algo vocacional o fruto del azar?
R.P.: Cuando era pequeño, me pasaba muchas horas con mi madre y mi tía en la peluquería, quienes se dedicaban a este oficio en cuerpo y alma. Al cumplir los 14 años, empecé a echarles una mano en el salón cada sábado. Se trataba más de un aprendizaje temprano que una ayuda (risas). Antes de dedicarme por completo a la peluquería, probé otras cosas; aunque creo que mi destino estaba escrito (risas). Diría que vocación y azar se dieron la mano, y al final hice aquello que quería.
Cuando eres joven e impulsivo piensas que todo te va a salir bien, a la primera, pero no es así. Mis inicios fueron duros por eso. Me pasaba el tiempo practicando, practicando y practicando. Me costaba entender que eso era lo importante para aprender. Aun así, era -y es- fácil equivocarse. Recuerdo que me equivocaba y me enfadaba mucho al principio (risas).

Hasta la fecha, el corte masculino ha sido muy convencional aunque ha sufrido evoluciones indiscutibles. A medida que sucede eso, llegamos a un punto en el que cada vez llama menos la atención un 'look' transgresor.

B.M.: ¿Cuándo te incorporaste a Toni & Guy? ¿Cómo resumirías tu trabajo junto a la firma?
R.P.: Mis inicios en Toni & Guy se remontan al año 2009 con el curso de begginers en la academia de la firma en Valencia. Recuerdo que cuando acabé, Jose Boix, nuestro director, me propuso incorporarme al equipo, como asistente en la academia para alcanzar objetivos, poco a poco. Fue muy emocionante. Ahora mismo mi trabajo es intenso. Soy el director del curso de caballeros de Toni & Guy España, curso que tiene, cada vez, más fuerza en el mundo de la peluquería. También imparto los cursos de corte y color, incluido el de begginners, uno de los que tiene más demanda. Además, los sábados estoy en el salón y, por supuesto, dedico tiempo a mis colecciones y a los viajes que programa el equipo. Como verás, no es poco (risas).

B.M.: ¿Cómo definirías tu colaboración con José Boix?
R.P.: Para mí, trabajar con José Boix es un privilegio. Además de un gran peluquero es un emprendedor muy implicado en numerosas facetas: la enseñanza en la academia, en el salón, en la atención a los clientes, en la comunicación de la firma y en la creación de colecciones editoriales. Es increíble cómo abarca tanto y con qué pasión lo hace. Me encanta colaborar con él.

B.M.: ¿Qué representa la formación para Rubén Peña?¿Qué pautas y consejos sueles dar a los estilistas que participan en tus cursos?
R.P.: Para mí la formación es imprescindible. El talento y el instinto están bien, pero la técnica es fundamental para que los cortes sean impecables. A mis alumnos, siempre les digo que es imprescindible personalizar en doble sentido. En primer lugar, para aportar el toque personal de cada uno; en segundo lugar, y no por ello menos importante, se debe personalizar para que el corte sea perfecto, único para ese cliente en concreto. Cada persona es un mundo y merece un corte único y perfecto para ella o él. Y de eso va lo que enseño (risas). También les digo lo siguiente: "No es tu aptitud, sino tu actitud la que va a marcar tu altitud".

Los AIPP son unos premios que otorgan también renombre a nivel profesional. Estar posicionado como finalista en los premios más importantes del mundo de la peluquería, dentro y fuera de España, es un honor. Me sentí tremendamente halagado, y sobre todo, motivado para seguir creando colecciones inspiradoras.

B.M.: ¿En qué te basas a la hora de diseñar una colección?
R.P.: En realidad me baso en mi día a día, en lo que veo por la calle. Soy muy observador. Me gusta fijarme en el ambiente de las urbes, en los estilos que lleva la gente, en la evolución de la ropa y los complementos. Viajo mucho y comparo culturas. Después, todo eso lo aplico a mis colecciones.

B.M.: Algunas de tus colecciones masculinas son muy transgresoras y muestran cortes asimétricos, trenzas, rapados y colores vivos. ¿El hombre de hoy en día se atreve a lucir looks de este tipo, más rompedores?
R.P.: Depende de muchos factores. Básicamente, lo que antes se consideraba tribu urbana, ahora se ha convertido en tendencia y el hombre es más atrevido. Hasta la fecha, el corte masculino ha sido muy convencional aunque ha sufrido evoluciones indiscutibles. A medida que sucede eso, llegamos a un punto en el que cada vez llama menos la atención un look transgresor (cosa que me alegra mucho). También es cierto que depende mucho de la ciudad. No es lo mismo ver lo que se lleva en determinados barrios de Londres o Berlín que en el centro de Valencia o Madrid. Pero sí, se percibe un ambiente más atrevido en general.

B.M.: En general, ¿qué van a llevar los hombres, en cuanto a corte, color y textura, durante los próximos meses?
R.P.: La tendencia pasa ahora mismo por las medias melenas a lo Jonny Depp, aunque algo más trabajadas y matizadas. Y como no, los undercuts con un contraste aún más marcado en la parte superior donde los largos, valga la redundancia, se alargan. Grosso modo, el corte masculino tiende a jugar con las asimetrías, sobre todo en las coronillas, en los flequillos y los tupés.

B.M.: Por último, ¿cuáles son tus proyectos, de cara a los próximos meses?
R.P.: A corto plazo, seguir dándolo todo en la academia, donde paso mi día a día más intenso. También sigo trabajando en los cursos y demos que hacemos por toda España. Además, me propongo preparar futuras colecciones editoriales, además de mejorar y evolucionar a diario. Estoy convencido, e ilusionado, con la idea de que me queda un largo camino por recorrer junto a un equipo que para mí es de lo mejorcito, a día de hoy, en el mundo de la peluquería.









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