A veces, los pies son la primera señal de problemas médicos más serios, tales como artritis, diabetes o trastornos circulatorios. Por ello, se aconseja prestar atención a algunos aspectos de importancia. Las uñas se deben cortar de forma correcta. Además, es necesario curar heridas o ampollas generadas tras largas caminatas o jornadas laborales intensivas. Los colectivos más sensibles, como aquellos que padezcan diabetes, deben efectuar una revisión más pormenorizada. En concreto, se pueden prevenir muchos problemas de formas diferentes.

Cuidar la circulación

Los profesionales que permanezcan varias horas de pie, deberían prevenir los problemas circulatorios que surjan a largo plazo. Una solución consiste en elevar los pies durante los intervalos de descanso, una vez estirados o sentados en una silla. También se propone caminar, hacer estiramientos, efectuar un suave masaje o remojar los pies en agua tibia. Al final de la jornada, es el momento ideal de añadir productos específicos, como las sales relajantes Saltratos. Productos que tonifican y reconfortan los pies cansados.

Comprar el calzado adecuado

Algo tan simple como usar los zapatos adecuados, contribuirá a prevenir muchas dolencias. En primer lugar, si se va a cambiar de calzado, es necesario probárselo con anterioridad. No todos los zapatos son iguales e incluso el pie parece algo mayor -seguramente más hinchado- al final del día. Es necesario caminar con los zapatos y asegurarse de que los talones no resbalen arriba o abajo. También se recomienda evitar, en lo posible, los zapatos con punta y los tacones altos, más proclives a dañar los pies.

Asimismo, el metatarso del pie debe calzar cómodamente en la zona más ancha del zapato. La parte superior de los zapatos se debería fabricar con un material suave y flexible. Las suelas gruesas amortiguan el impacto del pie que camina sobre superficies duras.

Evitar problemas leves pero comunes

Las infecciones por hongos, cada vez más comunes, se producen sobre todo debido a la humedad en los pies. Antes de recurrir a fungicidas, existen productos específicos contra la sudoración excesiva, en polvo o spray. Estos productos, de la firma Saltratos, poseen propiedades antisudoríficas y bacteriostáticas que impiden la proliferación de microorganismos.

Además, es fundamental tener los pies limpios y secos, especialmente las áreas entre los dedos. Y se aconseja cambiarse a menudo para mantener los pies sin humedad. Tampoco se recomienda comprar zapatos muy ajustados.

El exceso de humedad es un problema, pero la piel demasiado seca también. El uso de cremas hidratantes y balsámicas evita la sensación de ardor y otros síntomas. Además de mejorar la apariencia de los pies se evitarán las grietas dolorosas que aparecen con cierta frecuencia.

Finalmente, los pies se hinchan cuando se permanece mucho tiempo de pie. El descanso y la recuperación son importantes, pero se deben vigilar cuidadosamente. El hecho de que pies y tobillos sigan hinchados, puede representar un problema de salud más grave que se debería consultar con el médico. Por último, si alguna persona sufre problemas circulatorios o es diabética, debe tener mucho cuidado. Ello obliga a estar pendiente ante posibles heridas o golpes.

Fuente: Saltratos.









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