El estilo emo surge de un subgénero musical de los años 80, el hardcore punk o emocore, en su versión más corta. Bajo este neologismo, que viene a expresar algo así como emotional (emocional), se aúnan varias corrientes musicales y artísticas, como el punk, el metal y el gótico. Fuera de la música, una persona emo exalta las emociones. Mediante el peinado, la ropa y el maquillaje se muestra rabia, dolor e insatisfacción con las normas establecidas. El cabello es uno de los instrumentos que expresa rebeldía con el sistema.

El look emo, dramático y llamativo, capta el interés de los más jóvenes, en sus versiones femenina y masculina. Todo parece indicar que va a ser uno de los peinados estrella del año que viene. Los cortes son desenfadados, desestructurados, con capas asimétricas que crean un efecto de movimiento. En los largos abundan los contrastes. Las melenas presentan cabellos más cortos en la zona central de la cabeza y más largos en los lados. El corte no tiene porqué ser perfecto ni seguir unos cánones establecidos. En algunos casos, el aspecto final recuerda al Mullet, típico de los años 80.

Las características principales de este corte son:

  • Flequillo largo y liso que cubra buena parte del rostro.
  • Cabello a capas, un poco escalonadas.
  • Pelo con volumen. Los emo fans recurren a técnicas como el cardado.
  • Mechas desiguales, de largos diferentes, para lograr un efecto despeinado.
  • Cabellos lisos que rinden homenaje al cómic anime
  • Accesorios como agujas y pasadores, que recogen el flequillo a un lado de la cara

Coloración que no pasa desapercibida

El negro suele ser el tono más popular, seguido por los castaños o chocolates, los caobas y los rubios, sobre todo platinos. Entre los tonos más llamativos destacan el rosa, el azul y las mechas multicolores. Los seguidores de esta estética eligen entre dos corrientes. La primera, más convencional, se sirve de tonos naturales y alguna mecha más clara. La segunda, más atrevida, combina varios tonos. Por ejemplo, se decoloran puntas o raíces. O sencillamente se dejan crecer las raíces para mostrar el contraste de colores.

Emo es autoexpresión y creatividad. Los emo adictos se inspiran en corrientes muy distintas entre sí. Algunos se decantan por reminiscencias góticas (de ahí los negros y los tonos oscuros) y otros por referencias más festivas (cabellos con dos tonos o mechas de colores vivos).









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