Tanto nuestro cabello como nuestra piel viven en un entorno que le proporciona efectos tanto positivos como negativos. Ya se ha hablado en esta misma sección de los consabidos radicales libres, contenidos en el aire, rico en agentes contaminantes.
El estado de intoxicación del cabello no sólo depende de estos agentes contaminantes, sino también de las aguas ricas en calcio y magnesio (aguas duras) y del cloro de las piscinas. Un hecho que muchas veces no se nombra, y que por ello olvidamos, sin darnos cuenta que casi a diario o diariamene sometemos al cabello a la acción del agua como un gesto rutinario al que no concedemos importancia.

El agua y los componentes del champú

Las aguas duras suelen ser un problema de tipo geográfico. No todas las ciudades se ven afectadas por la dureza del agua. El agua que sale del grifo suele ser rica en calcio y magnesio, dos minerales que reducen la eficacia de los tensioactivos del champú.
¿Qué ocurre entonces? Muy sencillo, esto hace que aunque lavemos el cabello adecuadamente y con el champú indicado para el mismo, la acción limpiadora sea escasa y el cabello luzca más opaco.
La solución, entonces, pasa por la utilización de productos enriquecidos con agentes quelantes (que eliminan los metales pesados), como es el caso del ADTA (ácido etilendiamino tetracetico).

Por ejemplo y durante el verano, o como usuarios de pisicinas cubiertas, el cloro presente en las mismas, como bactericida que es, actúa en el cabello a modo de oxidante, modificando el color del cabello. La cutícula se ve agredida y el cabello se deshidrata.
Por todo esto es fundamental, y más después de la temporada de verano, utilizar un producto que elimine completamente todas estas toxinas del cabello y que a la vez lo proteja de futuras agresiones. Lo más utilizado para este tipo de limpieza tan particular son los tratamientos a base de arcillas, que actúan como agente absorbente de todo tipo de residuos no deseados en el cabello. Lo que conseguimos con ellos es que, a partir del momento que el cabello y el cuero cabelludo reciben este tipo de tratamiento, ambos están preparados para recibir, sin ningún tipo de barrera externa, cualquier otra clase de tratamiento necesario para la completa salud y belleza del cabello de nuestra clienta o cliente.

Después de la temporada de verano es fundamental utilizar un producto que elimine complemente todas las toxinas del cabello, y que a la vez lo proteja de futuras agresiones.

De este modo, los colores siempre quedarán con más brillo y tendrán mayor durabilidad, puesto que la cutícula del cabello, es decir, la parte más externa, ya no poseerá ningún resto que impida la total penetración de las partículas de color.
Ahora bien, por ser tan limpiante y arrastrar todo tipo de partículas depositadas en el cabello o cuero cabelludo, no es aconsejable tratar los cabellos ni diez días antes ni diez días después de un servicio de color.

Y alguien se preguntará...

Si arrastra y limpia tanto, ¿puede arrastrar este tipo de tratamientos los minerales beneficiosos propios del cabello? Pues, efectivamente, no son arcillas inteligentes y eliminan los minerales agresivos y dañinos pero también los demás. Por ello, siempre las siguientes fases del tratamiento contienen sales minerales que devuelven al cabello los minerales que realmente necesita. Nunca olvides este paso decisivo. Así que, no esperes más y... desintoxícate!!!!!!









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