"Los árboles permanecen intactos si tú te vas.
Pero tú no, en caso de que se vayan ellos”.
Markku Envall, erudito literario
y escritor finlandés (1944). ​

A partir de ahora, las empresas europeas que utilicen calificativos como biodegradable, ecológico, natural o climáticamente neutro para definir y promocionar sus productos deberán aportar pruebas que lo confirmen. Estamos, o así lo deseamos, ante el fin de lo que se ha dado en llamar 'ecopostureo', informaciones engañosas en torno a la sostenibilidad y naturalidad de los cosméticos.

Esta es una de las decisiones adoptadas por el Parlamento Europeo en el marco de la directiva Green Claims, que busca mejorar el etiquetado de los productos y prohibir el uso de alegaciones medioambientales engañosas.

Es decir, la credibilidad de algunos atributos está en solfa en materia de cosmética. Y hemos de perseguir la publicidad engañosa. Para ello, necesitamos de los legisladores y de la influencia de los actores de la industria. No olvidemos que de lo que se trata, como fin último y primigenio, es de preservar el planeta.

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¿Crees en la veracidad de las etiquetas cosméticas?

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