La gimnasia facial hace tiempo que se expande para poder eliminar las arrugas del rostro con diversos gestos. De la misma manera que entrenamos el cuerpo para reducir volumen, ahora el yoga facial es una de las tendencias para que el rostro se vea más joven.

Los profesionales de los centros de estética están aplicando tales prácticas antiaging con especialistas en esta disciplina, al ser cada vez más demandada por usuarios para completar sus tratamientos faciales.

Las bases del yoga facial

El yoga facial reúne ejercicios de relajación, respiración y movimientos faciales que ayudan a tener la piel más lisa, y de paso, adquirir bienestar. Los músculos de la cara (46 nada menos) necesitan ejercitarse para recuperar la elasticidad y la firmeza perdida. Como algunos otros temas en el sector de la belleza, esta disciplina tiene su origen en América y está calando poco a poco en Europa, gracias a prácticas sencillas y nada invasivas, con resultados naturales, que pueden realizar toda clase de usuarios.

Hay que tener en cuenta que cada cutis es diferente y que antes debe estudiarse qué ejercicios se necesitan para una persona u otra. Para realizar el yoga facial suelen hacerse movimientos naturales que pueden completarse, para una mayor efectividad, con cremas limpiadoras o hidratantes, entre otras, para que la piel esté más sana y joven.

Cómo practicarlo

ROSTRO Y ARRUGAS VERTICALES
En la frente es donde suelen acumularse más arrugas verticales, por el paso del tiempo, los agentes externos y el estrés. Para remediarlo, podemos situar los dedos corazón y meñique justo en el centro de la frente o empezar por los lados, para ejercer presión y moverlos de forma lenta. Estos gestos deben ser continuados repitiendo los movimientos varias y en distintos días.

PÁRPADOS
También las arrugas se acumulan en esta zona que necesita de relax y ejercitación para estar mejor. Para ello, se colocan los dedos encima de los ojos para presionar hacia arriba y atrás siempre con movimientos pequeños y algo suaves. También va bien exhalar aire y levantar todo lo que se puedan las cejas, descansar y repetir la acción. Un ejercicio muy simple es respirar profundamente, mientras abrimos y cerramos los ojos cada cierto tiempo.

MEJILLAS
Los nervios suelen acumularse en esta zona y por eso solemos apretar intensamente las mejillas. Algunos ejercicios válidos de yoga facial se basan en situar las manos sobre las mejillas, contraer las mandíbulas y soltar el aire al respirar muy despacio.

También podemos apoyar los dedos en el hueso del pómulo y presionar esta zona mientras respiramos varias veces, desplazando los dedos hasta las sienes. Otro ejercicio es inhalar hasta que se hinchen, aguantar y exhalar.

MENTÓN
En esta zona las arrugas son visibles pero es la papada la que deja verse con mayor asiduidad. Las malas posturas son, muchas veces, las culpables de que esta zona se afee por el paso del tiempo. Para realzarlo, llevaremos el mentón hacia arriba, de manera muy tensa. Luego giraremos la cabeza hacia los dos lados.

Los músculos de la cara (46 nada menos) necesitan ejercitarse para recuperar la elasticidad y la firmeza perdida.

CUELLO Y ESCOTE
Tales zonas necesitan de un yoga facial para reavivarse. Un ejercicio válido es el de apoyar las yemas de los dedos sobre el hueso del mentón, luego inhalaremos aire y llevaremos la cabeza hacia atrás, mientras mantenemos el apoyo en los dedos. El cuello debe estirarse para luego exhalar y relajarse.

LABIOS Y PÓMULOS
Determinados ejercicios englobados en el yoga facial sirven a la vez para varias zonas del rostro. Por ejemplo, se puede sonreír de un solo lado, sin mover el otro, y luego hacer lo mismo con el otro lado. Y finalmente se puede sonreír ampliamente durante algunos segundos.

Beneficios del yoga facial

Son muchas las ventajas que presenta este tipo de gimnasia facial. Desde liberar tensión a mejorar siempre la flacidez de las diversas zonas del rostro.

El yoga facial tiene su origen en América y está calando poco a poco en Europa, gracias a prácticas sencillas y nada invasivas, con resultados naturales, que pueden realizar toda clase de usuarios.
  • Previene la flacidez.
  • Mejora la respiración.
  • Activa y tonifica los músculos.
  • Mejora la circulación de la sangre y el oxígeno de los tejidos del rostro.
  • Relaja cuello, cara y mandíbula.
  • Estimula la producción de elastina para ofrecer un rostro terso y luminoso.
  • Aporta vitalidad a la piel.
  • Fortalece los párpados tanto inferiores como superiores.
  • Evita las arrugas.
  • Aporta elasticidad a los tejidos.
  • Acelera el proceso de regeneración de la piel.
  • Es totalmente natural y nada invasivo.
  • Puede completarse con cremas específicas para reafirmar tratamientos.
  • Para todo tipo de pieles.
  • Los ejercicios pueden realizarse tres días por semana o lo que aconseje la profesional en el centro de estética.








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