"Me siento más confiado que
nunca de que el poder para
salvar el planeta descansa en el
consumidor individual”.
Denis Hayes, experto e impulsor
norteamericano de energía solar al frente
de Earth Day Network (1944).
Si existe una tendencia a considerar en lo que la era post Covid-19 representa para la industria de la cosmética y el perfume, ésa es la del envase sostenible, recargable y biodegradable. Según los analistas, el packaging reutilizable se verá aumentado en el futuro junto a otras dos corrientes que están modificando las bases del sector, resultantes de la crisis del coronavirus: la economía colaborativa y de proximidad y el comercio de suscripción. El ‘cocooning’, salir menos de casa y vivir mejores experiencias dentro del hogar, apunta a que los usuarios demandan seguridad y compromiso con el planeta por encima de cualquier otra característica o consideración, incluido el precio.
El reciclaje se ha convertido en la moneda de cambio de la industria de la belleza cuando se trata de productos de un solo uso. Los consumidores con conciencia ecológica exigen una nueva era del envasado. Ya en funcionamiento desde hace tiempo, sobre todo en algunos países del norte de Europa, los envases de perfumes y cosmética recargables en tienda evolucionan ahora con la vista puesta en el comercio electrónico y envío a casa, por exigencia de un consumidor que quiere evitar riesgos innecesarios en cuanto a seguridad e higiene. Pero también hacen del compostaje asignatura obligada, apostando por materiales y usos que eviten emisiones de CO2. El packaging exige ser biodegradable.
En este orden de cosas, y huyendo de consideraciones negativas, se abre una nueva perspectiva para centros, tiendas y fabricantes de belleza. La de los nuevos envases que harán la vida mejor.
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