Por Fonteblanc.

El árbol del Sándalo es originario de la India y de otras partes de Asia, aunque en la actualidad se planta en otras zonas del mundo, sobre todo en Australia y América. El más preciado sigue siendo el de la India, tanto a nivel de su madera como de su Aceite Esencial por su extraordinario olor y su riqueza en principios activos.

En la India se le considera el "Árbol Sagrado", pues en el libro de los Vedas (s.V a J.C.) ya se hablaba de este árbol y de las propiedades purificadoras de su aceite. En la actualidad el gobierno indio ha legislado su tala para evitar que desaparezcan las plantaciones de este árbol, cuya corteza tarda 25 años en alcanzar los 6 cm, por ello sólo se permite cortar los árboles que han alcanzado los 30 años de vida, porque a esa edad es cuando el árbol empieza su declive y decae hasta su muerte.

El Aceite Esencial se saca de las virutas que se producen con la manipulación de los tablones de madera, también se obtiene del corazón del tronco del árbol y de sus raíces. La madera se reserva para ebanistería.

El Aceite Esencial es de olor suave y dulzón y los vapores que se desprenden del incienso que se prepara con las virutas de madera, para suhamerios, cremadores o barritas, ayudan a meditar, elevan la conciencia, aumentan la percepción y la comprensión de los "asuntos terrenos", a la vez que favorecen el contacto con el yo interno, de ahí que sea considerado un Aceite Místico, muy tradicional en la Espiritualidad India. Dicen que aplicando una gotita diluida en la frente de las personas muy soberbias, les conduce a la humildad y el respeto hacia los demás.

Sobre el cuerpo "físico" está demostrado su poder antiséptico, calmante, antiinflamatorio e hidratante, actúa sobre las mucosas (tanto interna como externamente) remineralizándolas y regenerándolas. Se puede aplicar vía oral, vía tópica y vía inhalación.

Propiedades: acnés, infecciones de la piel, catarros, cistitis, problemas menstruales, depresión, ansiedad o nerviosismo o alteración de los pensamientos.

De todo lo bueno que el Sándalo nos brinda, nos quedamos con un viejo pensamiento hindú que nos lo define claramente: Procurad ser como el Sándalo, que perfuma el hacha que lo hiere.









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