DMAE es el activo estrella que le planta cara al retinol. Combate los primeros signos de la pérdida de firmeza de la piel gracias a su acción tensora, reafirmante, ultrahidratante y antioxidante, sus principales superpoderes. Pero hay más, nos lo cuenta Ana Santamarina, experta en dermocosmética y formulación. Quién nos adelanta cómo su concentración al 2,5% lo hace especialmente efectivo y qué lo convierte en un indispensable en los meses de invierno.

“A partir de los 25 años comienzan a hacer su aparición las enzimas que degradan el colágeno y la elastina, responsables de mantener la firmeza y la elasticidad de la piel, aunque lo más probable es que aún no se aprecie ningún signo de flacidez”, señala Santamarina. “Se empezará a apreciar más adelante (entre los 35 y los 40 años), dependiendo del estilo de vida de cada uno y los cuidados que hayamos proporcionado a nuestra piel”.

“Aunque no existe un tipo de piel específico más propenso a sufrir la flacidez, es cierto que, las pieles más finitas y con menos colágeno y elastina, tienden a mostrar signos de flacidez más temprano”, añade.

Qué causa la flacidez de la piel

“Las razones para su aparición son múltiples: la falta de hidratación, una nutrición inadecuada, la exposición al sol sin protección, el estrés y los cambios hormonales, el proceso natural de envejecimiento y la disminución de colágeno y elastina”, explica.

“Pero podemos retrasar su aparición si mantenemos una rutina de skincare adecuada que incluya siempre protección solar y si mantenemos una alimentación equilibrada. Además, es recomendable evitar el tabaco, el azúcar, el alcohol en exceso y, en la medida de lo posible, el estrés”.

“Una vez que la flacidez ha hecho su aparición, los activos más adecuados para tratarla son el DMAE, los factores de crecimiento, los retinoides, la vitamina C y los péptidos”, señala la experta en dermocosmética.

DMAE: un gran activo tensor

“El DMAE o dimetilaminoetanol, es un activo hidrosoluble de pequeño tamaño que se encuentra de forma natural en el cerebro y en algunos alimentos -como el salmón, las anchoas y otros pescados-. Este activo actúa aumentando la producción de acetilcolina, un neurotransmisor que contrae los músculos faciales, lo que provoca que la piel se tensione y como consecuencia se atenúe su flacidez en su fase inicial dándole un aspecto más terso y joven”, explica Santamarina. “Pero no es este su único beneficio, además:

  • Reduce la aparición de líneas finas y arrugas al ayudar a estimular la producción de colágeno, esencial para mantener la elasticidad de la piel.
  • Proporciona hidratación, “por eso me parece absolutamente ideal ahora en invierno”.
  • Mejora el tono y la textura de la piel haciéndola parecer más luminosa y radiante. “Esto es gracias a su capacidad para inhibir la tirosinasa, enzima responsable de la producción de melanina”.
  • Neutraliza los radicales libres gracias a su potente acción antioxidante.

Para quién es

“Como siempre, se debe tener en cuenta no solo el DMAE, sino la fórmula en su conjunto: qué otros activos lo acompañan, qué textura tiene...,” señala Ana Santamarina.

“Lo encuentro absolutamente ideal en pieles que empiezan a notar una pérdida de firmeza y es apto en piel sensible si el resto de la fórmula está pensada para ello”, señala. ““En invierno me parece absolutamente ideal si se siente la piel más seca, por ejemplo”.

Incorporación a la rutina diaria

“Se puede usar tanto de día como de noche”, aclara Santamarina. “Me encanta aplicarlo antes del retinol porque juntos forman una sinergia antienvejecimiento muy potente, pero también por la mañana antes de la hidratante y el SPF para beneficiarse de su efecto ‘buena cara’”, sugiere la experta en formulación y belleza.

“No es necesaria tomar ninguna precaución a la hora de usarlo puesto que no se han reportado incompatibilidades del DMAE con otros activos”, explica Santamarina. “Lo único que sugiero es utilizarlo en una concentración del 2,5%, la máxima permitida en cosmética y la más efectiva”.

“En el caso de embarazadas, me parece un activo muy a tener en cuenta en esta etapa en la que no se puede recurrir a los retinoides”, concluye esta especialista y referente en el mundo de la cosmética.









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