Despidos masivos en la cosmética en 2025: una tormenta que ya está golpeando

En 2025, el sector cosmético ha visto un aumento notable en los despidos a gran escala. Uno de los casos más emblemáticos es Estée Lauder, que anunció la eliminación de entre 5.800 y 7.000 puestos de trabajo, esto es más del 10% de su plantilla a nivel global, en el marco de su plan de reestructuración Beauty Reimagined.

Shiseido también ha tomado decisiones drásticas: enfrenta una caída considerable de las ventas (−8,5% en su primer trimestre de 2025) y ha anunciado recortes relevantes en América.

Allergan Aesthetics, unidad estética de AbbVie, ha despedido a más de 200 empleados tras una caída fuerte en las ventas de sus productos estrella como Botox y Juvederm.

Causas

Varias razones convergen y explican esta ola de despidos:

» Caída en ventas y debilidad económica.
Estée Lauder informa descensos orgánicos de ventas del 6% al 10% en diversos mercados.
Shiseido también menciona una reducción de ventas de alrededor del 8-9% en ciertos mercados; incluso, se ve golpeada la división de Drunk Elephant.

» Entornos macroeconómicos desafiantes.
Las incertidumbres geopolíticas, las tensiones comerciales, los aranceles, así como la desaceleración económica en regiones clave como China y Corea, están afectando la demanda.

» Cambio en los hábitos de consumo.
Está disminuyendo la demanda por productos de maquillaje tradicionales, mientras que crecen las tendencias hacia el cuidado de la piel (skinification), los productos más naturales, sostenibles, y los formatos híbridos entre cosmético y tratamiento.

» Problemas específicos del canal travel retail.
Por ejemplo, Estée Lauder nota que el segmento de “venta minorista de viaje” ha sido uno de los más afectados, con caídas fuertes. Las restricciones de viaje pasadas, incertidumbres políticas, y menor tráfico de turistas también juegan.

» Estructura interna pesada / falta de agilidad.
Muchos de estos gigantes operan con estructuras robustas, múltiples marcas, operaciones globales complejas. Cuando cambian los mercados, los costes fijos y la lentitud para adaptarse se convierten en lastre. Los planes de reestructuración buscan recortar burocracia, mejorar cadena de abastecimiento, acelerar innovación.

Impactos

Los despidos masivos tienen efectos diversos, algunos evidentes, otros más sutiles:

• Laborales: pérdida de empleo, que afecta no sólo a quienes se van, sino también a los que se quedan, por aumento de presión, inseguridad, posibles recortes de turnos o beneficios.
• Institucionales / culturales: riesgo de dañar la cultura corporativa, moral, confianza. Cambios acelerados pueden generar rotación alta, pérdida de talento, deterioro del ambiente de trabajo.
• De marca y consumidores: si bien los recortes suelen enfocarse en áreas administrativas o de soporte, existe el riesgo de que se retrase innovación, disminuya la calidad o se reduzcan esfuerzos de marketing, lo que puede afectar la percepción del consumidor, sobre todo en el sector premium/luxury.
• Económicos más amplios: en regiones donde estas empresas tienen fuerte presencia, los despidos afectarán no sólo a empleados directos sino también a proveedores, tiendas físicas, logística, etc.
• Competencia: las marcas más ágiles, más cercanas al consumidor, con menores costes de operación pueden salir reforzadas. Se abren oportunidades para marcas locales o nichos que respondan rápido a tendencias.

Reflexión crítica

Aunque los despidos se presentan como necesarios para sobrevivir, no todos los movimientos parecen igual de estratégicos o bien calibrados. Algunas preguntas que conviene hacerse:

• ¿Se está abusando de los despidos como medida de choque en lugar de pensar en innovación profunda (nuevos modelos de negocio, digitalización, sostenibilidad)?
• ¿Cuánto del problema es atribuible a decisiones internas — exceso de marcas, líneas de producto obsoletas, mala gestión de costos — en lugar de simplemente “condiciones externas”?
• ¿Qué métricas se están utilizando para medir éxito después de los recortes? Si sólo se recorta costos, pero no se invierte en innovación o en conectar con el consumidor, los resultados pueden ser efímeros.
• ¿Cómo se hace la transición laboral para quienes pierden sus puestos? Apoyo, reubicaciones, entrenamiento, responsabilidad social… estas cuestiones importan para mitigación del daño.

Caminos posibles hacia adelante

Frente a esta situación, algunas estrategias podrían ayudar a que el sector cosmético atraviese la crisis con mayor solidez:

» Innovación centrada en lo que realmente demanda el consumidor.
Productos con ingredientes naturales, fórmulas híbridas, personalización, menor “marketing desperdiciado”, belleza saludable. Adaptarse rápidamente a lo que el consumidor quiere hoy.

» Digitalización y optimización de canales.
Potenciar comercio electrónico, experiencias digitales, optimizar logística, reducir intermediarios, adaptarse a la omnicanalidad.

» Sostenibilidad y transparencia.
Marcas que muestren responsabilidad social, ambientales, ética en insumos, producción, empaquetado están ganando ventaja competitiva. No solo por valores, sino también porque en muchas regiones los consumidores ya lo exigen.

» Estructura operativa más ágil.
Simplificar portafolio de marcas, refinar líneas de producto, eliminar redundancias, acercar producción al mercado final para reducir costes de transporte, aranceles, inventario excesivo.

» Buen manejo de los despidos.
Si son inevitables, atender los aspectos humanos: indemnizaciones justas, programas de recolocación o reciclaje profesional, comunicación transparente. Preservar talento clave, minimizar daño colateral.

» Diversificación geográfica.
No depender tanto de un solo mercado (como China, travel retail) si estos se vuelven volátiles; buscar nuevas regiones menos afectadas por incertidumbres económicas o políticas.

Conclusión

Los despidos masivos en el sector cosmético en 2025 no son simplemente una tendencia coyuntural aislada: se están dando como resultado de un choque múltiple entre caída de demanda, cambio de hábitos, tensiones macroeconómicas, exigencia creciente de agilidad y sostenibilidad.

El riesgo es que muchas empresas reaccionen cortando sin mirar hacia adelante, adoptando medidas de corto plazo que tal vez alivien las cifras hoy, pero debiliten su capacidad competitiva mañana.

Pero también hay oportunidad: quienes aprovechen estos retos para reinventarse — mejor producto, mejores modelos, mayor conexión con el consumidor — podrían salir reforzados. La cosmética ha sido históricamente buena para reinventarse; este puede ser otro punto de inflexión.