Llega de Corea, no podía ser de otra manera, aunque ya hace más de una década que se oye hablar de ella. Se trata de la cosmética fermentada. ¡Sí!, cuestión de bífidus, lo primero que penasamos. Pero, ¿cómo actúan en cosmética?

Fermentación, más de lo que pensamos

La fermentación es la conversión de azúcares en ácidos, gases o alcoholes utilizando levadura y bacterias. Durante el proceso los microorganismos liberan enzimas que descomponen las moléculas de los ingredientes activos, lo que conduce a la creación de nuevas sustancias muy beneficiosas para la piel.
Como por lo general a la piel no le resulta fácil absorber sustancias activas de ingredientes naturales porque su tamaño es demasiado grande, los microorganismos que se fermentan se descomponen en moléculas más pequeñas, lo que les facilita la penetración epidérmica.

La fermentación es un proceso que ya se conocía en la antigüedad y nos ha acompañado a lo largo de nuestra historia hasta la actualidad.

Los ingredientes fermentados ofrecen numerosos beneficios, destacando su capacidad de aumentar la concentración y potenciar las sustancias bioactivas.

Cada vez hay más estudios que avalan los beneficios de las bacterias en cosmética. Los ingredientes fermentados ofrecen numerosos beneficios, destacando su capacidad de aumentar la concentración y potenciar las sustancias bioactivas.

Concretamente, y tras una primera definición, si lo que queremos es ahondar más en la fermentación, baste decir que se trata de un proceso biotecnológico en el cual los activos (extractos de plantas, frutas...) son fermentados por separado mediante enzimas y bacterias naturales (levaduras), en entornos libres de oxígeno y a una temperatura ambiente de 36,9º. A medida que el entorno donde se produce la fermentación se adifica, las bacterias y microbios mueren y los activos se van convirtiendo en nutrientes como antioxidantes, vitaminas, aminoácidos, péptidos, probióticos..., entre otros.

De oriente a occidente

Este proceso de fermentación es muy utilizado en Corea gracias a uno de sus alimentos más populares y que forma parte de la dieta nacional, el “kimchi”. Sin embargo, en los últimos años, los beneficios de la fermentación se han trasladado al mundo de la cosmética coreana con resultados increíbles, y más recientemente ha llegado a occidente.

La industria de los productos fermentados nació, en concreto, en 2004 y hoy vive un aumento anual del 30 al 40%. Son varias las firmas cosméticas coreanas que ya despuntan, tales como Sulwhasoo, Sooryehan, SKII o Suiskin (que acaba de presentar en España su linea Biological Fermento) e incluso líneas completas de productos fermentados como SU:M37 y Sooryehan Hyo, ambas del conglomerado coreano LG Household & Health Care. Como ejemplo, Secret Programming Essence es el producto más vendido de Su:m37 y está hecho de 80 plantas orgánicas que se dejaron fermentar durante 1.102 días.

También para pieles sensibles

Al reducir su tamaño dado el proceso de fermentación, los activos, tal y como ya hemos adelantado, penetran mejor en la piel favoreciendo la eliminación de toxinas, mejorando la calidad de la piel y ayudando a conservar el producto final, sin necesidad de emplear tantos conservantes.
Por otro lado, la cosmética fermentada también refuerza el manto hidrolipídico de la piel y mejora las funciones cutáneas. Por ello la cosmética fermentada resulta ideal para pieles sensibles.
Existen evidencias científicas que demuestran que los fermentos lactobacillus ayudan a tratar y prevenir el acné, la rosácea o el eczema gracias a sus propiedades protectoras, antiinflamatorias y el efecto antibacteriano producido por el lactobacillus. Los fermentos pueden atenuar estas condiciones y fortalecer la barrera externa de la dermis, reduciendo rojeces, picores, ardor y sequedad.

Beneficios comprobados

La cosmética fermentada y resumiendo:

» Aumenta la potencia del producto, creando ingredientes cargados de vitaminas, antioxidantes y antiinflamatorios.

» Al romperse su estructura molecular en pequeñas moléculas, los activos penetran mejor y por lo tanto son más efectivos.

Pese a la naturalidad del proceso, estos cosméticos no caducan antes y pueden durar hasta 30 meses.

» Favorecen la eliminación de toxinas, mejoran la calidad de la piel y ayudan a conservar el producto final, reduciendo notablemente la cantidad de conservantes necesarios.

» Los productos fermentados son ricos en vitamina B y péptidos. También impulsan la producción natural de colágeno en la piel.

» Pese a la naturalidad del proceso, estos cosméticos no caducan antes y pueden durar hasta 30 meses.

» Sólo una pequeña advertencia, son naturalmente ácidos, por lo que hay que tener cuidado con el sol y siempre aplicar SPF.

Bienvenida, cosmética fermentada el nuevo hallazgo coreano que ya ha conquistado occidente.









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