Al estimarse como una solución para reemplazar el plástico en el futuro, la celulosa es objeto de escrutinio por parte del sector del embalaje y sus actores periféricos. Para acelerar el desarrollo de soluciones alternativas, en particular para los envases de alimentos y cosméticos de un solo uso, la cátedra de enseñanza e investigación Cellulose Valley ha implementado un programa para doctores, ingenieros de investigación y estudiantes de maestría que trabajan en diversos temas.

La misma ha sido impulsada por Fundación Grenoble INP junto a 8 destacados actores de la industria, caso del fabricante Aptar y el grupo Chanel, que representan a la industria cosmética.

“Nuestro objetivo es impulsar la innovación y aprovechar todos los avances científicos de los últimos años para dotar a este material de propiedades lo más próximas a las del plástico, en particular mejorando la función de barrera, encontrando soluciones para el cierre y la conformación problemas, etc. Tenemos la intención de desarrollar un material de alto rendimiento que ayudará a crear envases reciclables y biodegradables”, explica Julien Bras, quien ocupa la cátedra Cellulose Valley.

Ocho empresas que apuestan por la celulosa

En este caso, los ya creadores de productos que provienen directa o indirectamente del ecosistema de la celulosa, son Ahlstrom y DS Smith, proveedores de soluciones a base de celulosa, Guillin Emballage y Aptar, que transforman el material en embalaje, envases y packaging, Décathlon, Marie o Chanel. usuarios y Citeo, para una visión global de la cadena de valor.

Estos socios financian la cátedra y ponen en marcha los nuevos proyectos de investigación, acciones formativas, jornadas de intercambio, webinars, etc.

“Todos los años se tiene planificado un proyecto de investigación con ocho especialidades de maestría, lo que suma 32 en total: los alumnos trabajarán en pruebas de concepto y ofrecerán soluciones esperadas por la sociedad en estos campos. Los resultados se compartirán todos los años: el primer día de la inauguración, desvelamos los de los primeros grupos del Máster que presentaron sus trabajos sobre envases de queso y chocolate, materiales de acolchado, nuevos tipos de cartón corrugado y celulosa moldeada de altas prestaciones”, explica Julien Bras.

El objetivo es trabajar en envases primarios y secundarios para la industria alimentaria, cosmética y otras que comparten los mismos problemas, como la función de barrera para fórmulas líquidas, cierres o decoraciones.

Un material ampliamente disponible

Aparte de ser un material natural renovable, la celulosa no presenta riesgo de dificultades de suministro.

Aparte de ser un material natural renovable, la celulosa no presenta riesgo de dificultades de suministro.

“La celulosa se encuentra en una biomasa significativa y muy poco explotada. La naturaleza produce 200 mil millones de toneladas de celulosa, y solo se utilizan seis, principalmente para calefacción. Hoy en día, se emplean cerca de 100 millones de toneladas de plástico en el sector de los embalajes, por lo que -dice el catedrático de Cellulose Valley-, no estoy realmente preocupado por el suministro, ya sea para el material original o reciclado”.

Lanzada a principios de 2022, la cátedra Cellulose Valley continuará su labor investigadora hasta 2026. Todo ello se desarrollará en paralelo al programa CDP Cosmethic, una herramienta implantada hace cinco años por el Instituto de Excelencia de la Universidad de Grenoble que tienda un puente entre ciencias sociales y química y ciencias materiales, gracias a la cosmética.









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