BeAble Capital, con sede en Madrid, pero con vocación global, se ha consolidado en tan solo unos años como un destacado fondo de alta tecnología industrial privado e independiente de España, especializado en sectores estratégicos y fundamentales, que apoya e impulsa la biotecnología industrial, la nanotecnología o la fotónica.

De hecho, en nuestras páginas, recogíamos la noticia reciente de su participación en ADP Cosmetics y el lanzamiento, entre otros avances, de enhanceU, estos, una familia de filtros minerales nano-free de alta calidad utilizados en la formulación de productos de belleza.

Efectivamente, BeAble apoya la creación de empresas surgidas de centros de investigación y universidades, siendo la salud, el bienestar y el medio ambiente áreas prioritarias a la hora de seleccionar las mejores tecnologías.

La Biología Sintética es en gran parte, la aplicación de la teoría de circuitos utilizando material biológico en lugar de electrónico. Se basa en el diseño de sistemas biológicos que no existen en la naturaleza.

Hoy, hemos querido hablar con Almudena Trigo, su creadora y directora general de BeAble, para conocerla tanto a ella como a la apasionante labor que desempeña al frente de la misma, sostenida por una trayectoria y experiencia en el mundo de la investigación, ciertamente destacada.

Beauty Market: Un currículum impresionante, donde destaca su activa labor en el Centro Nacional de Investigación Oncológica y el Centro Nacional de Biotecnología. ¿Vivir de la investigación en España es posible?
Almudena Trigo: En España, tenemos la suerte de contar con científicos de primer nivel que con su excelente trabajo logran situar la Ciencia de este país en los primeros puestos de los rankings a nivel mundial. Pero los presupuestos que se les asignan desde hace más de una década se han visto constantemente mermados. Tenemos que cambiar esta tendencia, tenemos que cuidar y potenciar esta labor. Es vital que se invierta más en Ciencia y al menos nos pongamos al nivel de las principales potencias europeas. La Ciencia representa el progreso, la capacidad de un país de mantener y mejorar su bienestar, de ser capaz de solventar los problemas de la sociedad.

B.M.: Primero la Oncología y luego la Biotecnología, ¿qué aprendió de ambas y en estas dos etapas de investigación, de carácter tan distinto?
A.T.: La multidisciplinariedad realmente ha sido una seña de identidad en mi carrera profesional. Mi etapa en investigación me dio un profundo conocimiento de su modus operandi. Y esto, combinado con mi formación ingenieril, creo que me permitió tener una visión muy personal de las oportunidades y retos que presenta la ciencia.

La trayectoria de BeAble ha sido realmente ascendente y todo comenzó con esa motivación de llevar la ciencia a la sociedad.

B.M.: ¿Cuáles son los logros de los que se siente más satisfecha en esa etapa, cuando era, por encima de todo investigadora?
A.T.: Cuando estás en investigación te das cuenta de la importancia de trabajar en buenos entornos colaborativos, y aprendes lo que significa la excelencia científica. Para mí, una de las partes que más me atraía de trabajar en Ciencia, era la posibilidad de descubrir nuevos caminos para dar respuesta a retos actuales. Nos dimos cuenta que en algunos países la contaminación de arsénico en suelos y agua suponía un serio problema para la salud. Por ello, estuvimos investigando las diferentes vías de degradación de arsénico que tenían ciertos organismos e ideando un sistema biológico capaz de aunarlas y potenciarlas para de esa manera permitir limpiar esos pozos y suelos.

B.M.: Especialista en Biología Sintética, ¿cómo podría definir ésta para nuestros lectores?
A.T.: Tal y como lo veo yo, la Biología Sintética es en gran parte, la aplicación de la teoría de circuitos utilizando material biológico en lugar de electrónico. Se basa en el diseño de sistemas biológicos que no existen en la naturaleza.

B.M.: No podemos olvidarnos tampoco de su trabajo en el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) en Francia. ¿Qué representó este periodo en su trayectoria?
A.T.: Tener la oportunidad de colaborar con un centro de primer nivel siempre es una suerte. Me permitió darme cuenta de todas las posibilidades profesionales que tenía por delante. Conocí a personas de muy diferente formación y procedencia, y entendí que muchas veces a lo que te puedes dedicar, no está ya escrito, sino que tú tienes que crearlo, que definirlo. Gracias a ello terminé investigando en Biología Sintética (salté del aeroespacial a la biología), una disciplina que estaba empezando en EEUU pero que en España todavía no existía estructura o titulación académica que te permitiera desarrollarla o profundizar en ella.

En España, tenemos la suerte de contar con científicos de primer nivel que con su excelente trabajo logran situar la Ciencia de este país en los primeros puestos de los 'rankings' a nivel mundial.

B.M.: El trampolín definitivo para convertirse en empresaria y crear BeAble Capital, ¿por qué este paso?
A.T.: Me apasionaba la ciencia, pero quería que tuviera una utilidad, quería llevar la ciencia a las personas. Miraba a mi alrededor y veía que mis compañeros hacían muy buena ciencia, pero que la mayoría de las veces todo se quedaba en una publicación. Así que decidí dejar de hacer ciencia para hacer algo con ella: hacer que llegara a la sociedad para poder dar respuesta a los restos a los que nos enfrentamos.

B.M.: ¿Cuál ha sido hasta el momento la trayectoria de BeAble?
A.T.: La trayectoria de BeAble ha sido realmente ascendente y todo comenzó con esa motivación de llevar la ciencia a la sociedad. Hace años David López y yo ideamos y arrancamos el proyecto, al que se fueron incorporando nuevas personas que aportan un gran valor, como nuestros otros dos socios más, Alberto Díaz y Roberto Ranera. Con todos esos ingredientes, en una segunda etapa de nuestra trayectoria, fundamos por primera vez en Europa un fondo de inversión capaz de crear valor mediante la transferencia de tecnología en Deep Tech, es decir, nanotecnología, materiales avanzados, fotónica, micro y nanoelectrónica y biotecnología industrial. Ahora, después de estos años podemos decir que un gran grupo de personas nos ayudan a que sea posible transformar la ciencia en motor de cambio industrial. Es más, estoy convencida, nuestro camino nos va a llevar a seguir creciendo y a aumentar la capacidad de transformación de nuestra economía a la vez que podemos obtener una gran rentabilidad de nuestras inversiones.

B.M.: ¿En qué trabaja actualmente?
A.T.: Estamos centrados en consolidar nuestra posición actual como referente en España y Europa continental como inversor en etapas muy tempranas en empresas industriales surgidas de la ciencia y mediante un proceso de transferencia tecnológica. Nuestro proceso de detección, selección y gestión de oportunidades de inversión lo tenemos muy consolidado con un equipo perfectamente engranado y estamos preparándonos para dar el salto a otra escala superior como inversores, con intención de cerrar un segundo fondo, el cual ya tenemos perfectamente diseñado y enfocado. Los campos en los que invertimos ofrecen una posibilidad de conseguir unos retornos considerables, y por ese motivo nos vemos muy cómodos para seguir invirtiendo en Deep Tech en el largo plazo y presentarnos como una gran opción para diversificar riesgos en carteras de inversión de grandes patrimonios o inversores que gestionen volúmenes considerables de fondos, pero siempre sin perder nuestro fin, el de la revalorización de las nuevas tecnologías que posibiliten un mundo y una 'belleza' mejor y sostenible.









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