Stained Glass, cuando el color se convierte en arte

Preciosas vidrieras, con todos los colores del arco iris, dan la bienvenida cuando se entra en las grandes catedrales del mundo. La luz del sol los atraviesa, enviando fragmentos de tonos prismáticos sobre los seres humanos. De repente, todo queda bañado por el extraordinario color de las vidrieras (Stained Glass). Una catedral semejante ha sido creada por I.C.O.N., donde las vidrieras de color se convierten en color para el cabello altamente reflectante y semipermanente de la compañía.

Stained Glass, solo para profesionales del color del cabello, es rico en pigmentos y no contiene alcohol, parabenos ni amoníaco. Esta gama de colores se basa en la saturación, la luminosidad y la refracción, creando colores brillantes donde solo existían colores comunes. Es una espectacular muestra de colores terciarios que penetran en el cabello con profundidad, brillo y diseño. Así como el color es una parte intrínseca del mundo, Stained Glass de I.C.O.N. traslada el color al centro del salón. Estos colores aditivos, cuando se mezclan, crean un prisma espectacular de ilusiones ópticas que mejoran la relación entre el corte, el color y el estilo.

La gama aporta una amplia y nueva paleta de color, de manera que este se convierte más en un arte que en un servicio. Una sensación similar a la de entrar en una nueva y hermosa catedral brillante e inspiradora.

Stained Glass cuenta con nueve colores que oscilan desde el transparente Glass hasta un rojo radiactivo para lograr ilimitadas posibilidades: rubios cristalinos, naranjas vibrantes, rojos brillantes, fríos glaciales, marrones glamurosos y el Glass transparente.