La compañía estadounidense ha concluido el año fiscal (finalizado el 31 de diciembre) con una caída de ventas del 21,3%.

La compañía cerró el ejercicio con unos ingresos de 1.904,3 millones de dólares, frente a los 2.419,6 millones de dólares del año anterior. El resultado neto se situó en rojo, con 619 millones de dólares, respecto a las pérdidas de 157,7 millones de dólares de 2019. El resultado bruto de explotación (ebitda), por su parte, fue de 240,1 millones de dólares, frente a los 266,1 millones de dólares del año anterior.

Por segmentos, Revlon, la marca más grande, experimentó una caída de la facturación del 15,3% en el cuarto trimestre, hasta 205,6 millones de dólares. Esta parte del negocio se vio penalizada, entre otros, por las consecuencias de la pandemia en el canal de la gran distribución y las peluquerías.

Por mercados, las ventas en Norteamérica, el más importante para la compañía por volumen de negocio, se contrajeron un 19,5% en el conjunto del año pasado, hasta 986,7 millones de dólares. Los ingresos a escala internacional, por su parte, se redujeron un 23,1%, hasta 917,6 millones de dólares.

En 2020 la compañía impulsó su negocio on-line un 40%. Las ventas a través del canal digital pasaron a copar aproximadamente un 16% del total, respecto a sólo el 9% en 2019.

En 2020 la compañía impulsó su negocio on-line un 40%. Las ventas a través del canal digital pasaron a copar aproximadamente un 16% del total, respecto a sólo el 9% en 2019.

Elizabeth Arden, por su lado, fue la única marca que incrementó sus ingresos en el periodo, hasta un 7,8% y 181,1 millones de dólares, gracias al impulso de su e-commerce, que creció más de un 70% entre octubre y diciembre, y al negocio en China, donde las ventas se dispararon un 54%. Las fragancias registraron un retroceso de ventas del 11,8%, hasta 136,7 millones de dólares, debido al impacto del Covid-19 en la gran distribución de Estados Unidos.

"Estamos viendo signos de un impulso positivo en el negocio, y con varios desafíos importantes ante nosotros, creemos que estamos bien posicionados para capturar las oportunidades emergentes en la industria de la belleza", ha declarado Debra Perelman, presidenta y consejera delegada de Revlon. La ejecutiva ha explicado que las prioridades de la compañía para este año son el impulso de las marcas Revlon y Elizabeth Arden; mercados clave, como China, y la aceleración del comercio electrónico.









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