Nacho Luque, 20 años dirigiendo el timón al frente del salón que lleva su nombre, Nacho Luque Peluqueros, es uno de esos profesionales inquietos, en los que la veteranía es un grado, y que, independientemente del tiempo transcurrido, continúan trabajando con la misma ilusión del primer día. Es más, a Nacho Luque le caracteriza su pasión y no sólo eso, su interés por todo lo que acontece, mejora e impulsa al sector y aquellos que lo integran, sin dejar de atender y mimar al cliente con especial atención.
Nacho Luque, con salón en Madrid, declara: "Desde el comienzo focalice todos mis esfuerzos en la atención al cabello y la adaptación de las innovaciones del sector a sus clientes, tomando como bandera ésta, la atención y servicio al cliente, al igual que el estudio de las necesidades del cabello".
El desarrollo de la empresa y su equipo se basa en el crecimiento continuado y la especialización de la plantilla, tanto para el cliente masculino como el femenino, tratándose de una peluquería unisex.

Fuera del periodo laboral invierto gran parte de mi tiempo en cursos, reuniones y conferencias para no dejar de aprender de este apasionante sector.

Año tras año, Nacho Luque ha logrado crear un estilo propio, por el cual se le reconoce, un look Nacho Luque, generando una identidad y personalidad que le distingue y una imagen de marca con la que se le identifica y defiende.
Para Nacho Luque es fundamental "el sentimiento de pertenencia a la marca, al igual que el uso de productos para el cabello menos agresivos y más adecuados para el medio ambiente", asegura.
Por todo ello, minuto a minuto, busca reinventarse y superarse a sí mismo, hecho constatable tras la última remodelación de su salón "para el disfrute de los clientes al igual que del personal", explica. "Para alcanzar la misión de la empresa y optimizar el resultado final que experimenta el cliente".

Pero para saber más y descubrir las claves de su éxito, nada mejor que preguntarle.

La apertura de mi propio salón fue, nunca mejor dicho, una puerta abierta para poder desarrollar también mi creatividad y la de mi equipo.

Beauty Market.: En primer lugar, enhorabuena por tu 20 cumpleaños y la reforma de tu salón. ¿Cómo te definirías profesionalmente?
Nacho Luque.: Muchas gracias, no me considero una persona muy orgullosa, pero me defino como un profesional muy constante, apasionado y en búsqueda de la constante innovación.

B.M.: ¿Cómo percibes al profesional del salón en la actualidad?
N.L.: Me parece una pregunta muy interesante, considero que los profesionales del sector de la estética están más preparados que nunca, nuestro sector está evolucionando a un ritmo exponencial. Las generaciones más jóvenes están pegando muy fuerte, me alegra esa noticia ya que obliga al resto del sector a innovar. Cada vez nuestro sector está más organizado tanto con la ayuda de las diferentes asociaciones, como con los cursos de formación que colaboran en la expansión del conocimiento y la innovación.

B.M.: ¿Cómo visualizas el sector en el futuro?
N.L.: Creo que aún hay mucho por descubrir, y que ni nos podemos imaginar lo que deparará el futuro, sin duda lo mejor está por llegar.

Cada vez nuestro sector está más organizado tanto con la ayuda de las diferentes asociaciones como con los cursos de formación, que colaboran en la expansión del conocimiento y la innovación.

B.M.: ¿Qué actividades te caracterizan de forma extraprofesional?
N.L.: Fuera del periodo laboral, invierto gran parte de mi tiempo a cursos, reuniones y conferencias para no dejar de aprender de este apasionante sector, pero también me gusta mucho el deporte, por ejemplo, ya que me permite ver las cosas con más claridad. La práctica del deporte también me permite y me empuja a superarme cada día y derribar las barreras mentales para dar vía libre a la imaginación que aplico a mi trabajo.

B.M.: ¿Cuál ha sido el momento clave en tu carrera profesional?
N.L.: Creo que fue el día que decidí abrir mi propio salón, lo cual me ha permitido crear un estilo propio con el que mis clientes se sienten muy identificados. La apertura de mi propio salón fue, nunca mejor dicho, una puerta abierta para poder desarrollar también mi creatividad y la de mi equipo.









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