El método de la medición del estrés del individuo a partir del análisis del cabello, ha sido patentado por la Facultad de Farmacia y Bioquímica de Buenos Aires, Argentina (UBA). Y, a diferencia de los análisis de sangre, saliva y orina, la técnica refleja el estrés al que estuvo sometida la persona en los últimos tres meses.

La hormona del estrés, el cortisol

El cortisol es una hormona que está aumentada en el estrés crónico. Ahora médicos e investigadores argentinos han desarrollado el primer procedimiento que permite la medición del cortisol en cabello "en un sistema automatizado, de bajo costo, preciso y que permite procesar un gran número de muestras en un corto intervalo de tiempo".
Los investigadores de la UBA afirman: "Hoy en día, contar con un biomarcador adecuado para evaluar estrés crónico es muy importante, en vista del aumento en los niveles de este tipo de estrés en la población, y su asociación con diferentes enfermedades tales como infarto agudo de miocardio, obesidad y cáncer", afirmó a la Agencia CyTA-Leloir la directora del avance, la doctora Bibiana Fabre, investigadora de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA (FFyB-UBA) y jefa asistencial del Laboratorio de Endocrinología del Hospital de Clínicas “José de San Martín”.

El estudio tuvo como objeto a 232 individuos sanos a quienes se les realizó una encuesta de sucesos de vida o escala de eventos vitales y así se dividió a la población en libre de estrés y con estrés.

El laboratorio de Fabre tiene resultados de la medición de cortisol en cabello en pacientes con infarto agudo de miocardio, con síndrome de Cushing y con síndrome de ovario poliquístico, en los que ese biomarcador muestra gran relevancia.

El método de la UBA consiste en extraer cortisol del cabello con metanol, realizar una evaporación y finalmente medirlo en el sistema automatizado.

En 2015, el mismo grupo de investigadores publicó un trabajo en el que midieron el cortisol en cabello a participantes de un Programa de Afrontamiento del Estrés y Calidad de Vida realizado en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA dirigido por doctora Silvia Iglesias y que incluyó técnicas de relajación, de meditación y de canalización de las situaciones estresantes.

"Los niveles de cortisol en cabello fueron más altos al inicio del curso y disminuyeron al concluir", ha explicado Fabre, quien también es investigadora del Instituto de Fisiopatología y Bioquímica Clínica (INFIBIOC) que depende de la FFyB. Fabre agregó que pudieron encontrar indicios de que en pacientes con enfermedad cardiovascular el nivel de cortisol en el organismo podría ser predictor de un infarto agudo de miocardio.

Pronosticar otras enfermedades

El laboratorio de Fabre tiene resultados de la medición de cortisol en cabello en pacientes con infarto agudo de miocardio, con síndrome de Cushing y con síndrome de ovario poliquístico, en los que ese biomarcador muestra gran relevancia. Además, están trabajando con diferentes grupos de investigación en diferentes líneas que exploran el síndrome de Burnout o agotamiento en docentes y alumnos, la relación del estrés crónico con cáncer o su impacto en la llamada "programación" fetal durante el embarazo.









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