Los aceites capilares ya eran los preferidos por romanas y egipcias, pero el siglo XX los relegó al olvido. Hasta que se volvieron a presentar en sociedad hace unos 20 años en forma de elixires sublimadores capaces de dar lustre a las melenas más apagadas. Las más escépticas recordaban a sus madres advirtiendo del peligro de que acabáramos envueltas en una suerte de fritanga cosmética, pero el tiempo nos ha dado la razón a las que apostamos desde el minuto uno por el oro líquido. Y es que pocas veces un solo producto cosmético había conseguido tener tantas aplicaciones para la belleza global.

Aceite de almendras dulces.

¿Por qué escogerlos?

La tradición oriental los enriquece con aceites grasos esenciales, unos excelentes antioxidantes que paran literalmente el paso del tiempo en la fibra capilar. Son oro puro para medios y puntas (no se deben aplicar directamente sobre el cuero cabelludo).

» Pero además son capaces de:

  • Relajar unas puntas abiertas.
  • Decir adiós al encrespamiento.
  • Llenar de brillo tu melena como toque final.
  • Sustituir a tu mascarilla probándolo antes del lavado.
  • Facilitar el brushing aplicándolo como producto de peinado.
  • Proteger el cabello de las herramientas de calor.
  • Formar parte de tratamientos capilares exprés para hacer en casa: 100 cepillados, vaporizar las puntas con el aceite capilar y envolver el cabello en una toalla. Dejar actuar 30 minutos, retirar el turbante y aplicar un ligero masaje en la raíz con las yemas de los dedos, como si trataras de movilizar el cuero cabelludo. Peinarlo como siempre. Definir los rizos.
Aceite de rosa mosqueta.

Almendras dulces, Rosa mosqueta y Sacha inchi

Estos son los tres aceites de la línea Adapta recomendables en forma de pre-mascarilla, una rutina cosmética que aporta un extra de nutrición al cabello antes del lavado y que ya es el nuevo gesto capilar cosmético.

» ¿Cómo se utilizan?
Poner en la palma de la mano una porción del bálsamo calmante (la cantidad del tamaño de una nuez para una melena larga), añadir 3 ó 4 gotas del aceite de almendras, del de rosa mosqueta o del de sacha inchi, mezclar y aplicar en raíz, medios y puntas sobre el cabello seco. Envolverlo en una toalla (mejor calentada en el microondas) y dejarlo todo el tiempo que se pueda. Lavarlo después y observar cómo el cuero cabelludo ha recuperado todo su confort y el pelo ha cambiado su textura. Una vez seco, se siente suave y flexible. Además, el aceite de sacha inchi también se puede aplicar (2-3 gotas) después de lavar el cabello para potenciar y cerrar la cutícula del cabello ondulado o rizado.

Aceite de Sacha inchi.

El Top Tres

» Almendra dulce.
Aceite de almendras dulces: aceite vegetal virgen de primera presión en frío. Mejora la hidratación de la piel si lo añades a la hidratante corporal habitual.

» Rosa mosqueta.
Aceite de rosa mosqueta: aceite vegetal virgen de primera presión en frío. Especialmente indicado para nutrir la piel y mejorar la cicatrización.

» Aceite de Sacha inchi.
Aceite de sacha inchi: denominado el Oro de los Incas, el sacha inchi es un ingrediente capaz de recuperar la fibra capilar y protegerla de los agentes externos.









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