Para entender mejor cómo surge la idea de crear un sistema de ingravidez para secadores de mano, hay que ponerse en el lugar de un peluquero. Un secador de mano pesa, de media, 670 gramos. Durante el secado de un cabello medio-largo, cualquier profesional levanta una media de 430 veces el secador para completar el trabajo. Eso supone un total de 288 kilogramos por secado. A lo largo de la jornada, el peluquero que efectúa 10 secados, levanta un total de 2.880 kilogramos diarios. En opinión del peluquero Eduardo Pagés, esta situación genera importantes problemas de espalda, hombro y brazo. Es más: entre el 60 y el 75% de las bajas laborales en profesionales de la peluquería están directamente relacionadas con las lesiones producidas por el peso del secador de mano.

Tras 39 años como profesional de la peluquería, y harto de sufrir lesiones y gastos derivados del secador de mano, Pagés comenzó a trabajar, en 1998, en un método que aliviara las molestias de los peluqueros. De ahí surgió el iDrying. Durante años, Pagés utilizó el sistema por su propia cuenta. Tras algunas investigaciones, decidió patentarlo y compartirlo con otros profesionales, de forma que se mejorase la situación del sector.

¿En qué consiste el iDrying?

El iDrying es un sistema que permite al secador quedarse en suspensión y convertir en real la sensación de que pesa cero gramos en cualquier posición. El sistema de recogida de cable de iDrying acompaña los movimientos del secador. Se obtiene una sensación de ingravidez que minimiza el esfuerzo y reduce las lesiones.

Los materiales de policarbonato y abs que componen iDrying, han sido probados para comprobar y demostrar su durabilidad con un uso continuo y repetido. Además, las aleaciones del iDrying son resistentes a cualquier tipo de calor que genere el secador. El sistema incluye un secador de mano profesional icónico, con resistencia de 2.350 watios, y vida del motor de 2.000 horas.

Eduardo Pagés.

Buena acogida en las peluquerías

El uso del iDrying en salones elimina más del 60% de las bajas del sector, que se deben al uso del secador de mano, tal y como mencionábamos en líneas anteriores. Se evita el necesario, hasta entonces, periodo de recuperación tras la jornada diaria por parte del estilista y/o peluquero. Por lo tanto, la acogida del sistema ha sido "muy buena" en la mayoría de los salones, según Pagés. "Alrededor del 80% de las peluquerías que lo prueban se lo quedan. Nosotros ofrecemos un periodo de prueba de un mes, previo depósito de una fianza, que se devuelve en caso de que no quieran quedárselo", explica. Y añade: "Mi recomendación a todos los profesionales es que reflexionen seriamente sobre la importancia que tiene para su negocio, y por lo tanto para su éxito profesional, invertir tiempo y dinero en cuidar de nuestro cuerpo, de nuestra salud. Cualquier ayuda o invento que contribuya a aliviar el desgaste de nuestras piernas, espalda y brazos es tan necesaria como el descanso nocturno o la dieta equilibrada".









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