Goff, colorista y licenciada también en psicología, se sirve de la teoría del color para teñir el cabello de la misma forma que se colorea un lienzo. Para ello, emplea el mismo tipo de técnicas de aplicación de color que usaban los artistas en su época. Por ejemplo, su versión de La chica de la perla, del pintor neerlandés Johannes Vermeer, imita la paleta de colores del cuadro original, en el que destacan los tonos azules. Especialmente el azul marino. En su momento, la obtención de este pigmento resultó muy costosa para el propio Vermeer. La pintura contrastaba con los colores tierra y cálidos empleados por la mayoría de los artistas del siglo XVII.

La estilista norteamericana Ursula Goff se sirve de la teoría del color para teñir cabello de la misma forma que se colorea un lienzo. Goff ha publicado esta colección, que rinde homenaje al arte a través de las redes sociales.

La estilista norteamericana ha publicado sus versiones de estos clásicos del arte a través de las redes sociales. En Instagram y Facebook se hallan imágenes y breves explicaciones acerca de sus impresiones sobre obras de diferentes estilos y técnicas pictóricas. Goff ha plasmado, sobre el pelo de sus clientas, su interpretación personal de pinturas como La Noche estrellada de Van Gogh, El beso de Gustav Klimt, El grito de Edvard Munch, El nacimiento de Venus de Botticelli, La bailarina basculando de Degas, La Marilyn Monroe de Andy Warhol o La chica ahogándose de Roy Lichtenstein. Goff ha bautizado a esta colección como las Fine Art Series.

Dentro de esta colección, que rinde homenaje al arte, la estilista también ha adaptado el universo floral de O'Keeffe en su cuadro Lirio Rojo y el del impresionista Monet en El puente sobre los lirios de agua. De entre las pinturas versionadas, la favorita de la norteamericana es El Beso, de Klimt, correspondiente al período dorado del austríaco.









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