Tegan Robertson es la artista y educadora de peluquería que ha creado la plataforma anti bullying @hairystoriesforchange, un espacio seguro en línea pensado para poner de relieve un problema que aparentemente se pudiera pensar no existe en los salones, y que sin embargo, y en palabras de la propia Tegan, "se extiende a lo largo de la industria del cabello".

Hair Stories, la plataforma que denuncia el bullying en la peluquería

Objetivos y presiones centrados en asegurar la satisfacción de la clientela, las largas horas de trabajo con pocos descansos y una cultura heredada de hacer cumplir las jerarquías pueden contribuir a un ambiente tenso en el salón de peluquería. Hairy Stories comenzó a fraguarse cuando la inglesa Robertson compartió su experiencia con el acoso en el lugar de trabajo en su página de Instagram, y se encontró inundada de mensajes de peluqueros y peluqueras compartiendo historias similares.

La descripción del panorama no puede ser más desolador: las solicitudes legítimas de tiempo libre se multiplican y se convierten en el motivo principal de las amenazas del abandono del puesto de trabajo. Gritos, socavación y humillación frente a clientes y compañeros de plantilla; comentarios personales ofensivos, difusión de chismes y rumores, y daño a la progresión profesional.

Hairy Stories comenzó a fraguarse cuando Tegan Robertson compartió su experiencia con el acoso en el lugar de trabajo en su página de Instagram, y se encontró inundada de mensajes de peluqueros y peluqueras compartiendo historias similares.

Los efectos de la ansiedad, la intimidación y el estrés que sienten las víctimas de acoso no sólo dañan al individuo y su salud mental, sino también a la moral y las actuaciones de la fuerza de trabajo, y en última instancia, incluso a los ingresos del salón. Según el informe 2019 del Ejecutivo de Salud y Seguridad del Reino Unido (Health and Safety Executive’s), el 54% de todos los días perdidos por la mala salud de los empleados estaban relacionados con el estrés y la ansiedad, arrojando luz sobre hasta qué punto el descuido del bienestar de los trabajadores puede afectar a organizaciones enteras.

Con Hairy Stories, Robertson tiene como objetivo dar visibilidad a la prevalencia de este problema, hacer que aquellos que se han visto afectados por el acoso en el lugar de trabajo sepan que no están solos, y conseguir iniciar las conversaciones necesarias para lograr el cambio.









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