A David Lesur, director de formación de los dos salones que la firma David Künzle posee en Madrid, le conocemos desde hace tiempo.

Es uno de los estilistas más reconocidos de nuestro país y con mayor presencia en redes sociales. De hecho, en muchas ocasiones es el preferido por los medios de comunicación especializados en moda y tendencia, para emitir su opinión e indicaciones acerca de un corte y otro, la imagen de un personaje famosos o el tratamiento adecuado para que el cabello sea la principal y más bella seña de identidad de hombres y mujeres.

He conocido a muchos de los mejores profesionales del sector que me han enseñado todo lo que sé, transmitiéndolo después a otros peluqueros en los cursos de capacitación que doy desde que tengo 22 años.

Ahora, y recién estrenado 2020, es el momento de hacer balance. Una ocasión idónea para charlar con David Lesur y que nos cuente en esta entrevista los proyectos de la casa para el futuro, cuando la peluquería y la belleza en general, sus consumidores, profesionales y usuarios apuntan hacia la elección y demanda de nuevos servicios, productos y experiencias beauty.

Natural de Compiègne, una pequeña localidad del norte de Francia, Lesur lleva casi la mitad de su vida en nuestro país, concretamente en Madrid, ciudad que le reconoce, tal y como hemos apuntado al principio, como uno de sus grandes estilistas y maestros dentro del sector. Hoy Lesur, nos cuenta más acerca de sí mismo, los salones David Künzle y la industria de la belleza en general y la peluquería en particular.

Tenemos previsto crear más puestos de trabajo porque queremos ampliar el horario, abrir los domingos y más horas durante la semana.

Beauty Market: Para empezar, hablemos de moda, moda en peluquería, ¿cuáles han sido los cortes y tratamientos que más os han pedido en este 2019?
David Lesur: Sin duda, los long bob y los carré. En cuanto a tratamientos, todos los realizados con taninos para alisados orgánicos, para potenciar los rizos o para reducir el encrespamiento. También los hidratantes y reconstructores.

B.M.: ¿Qué diferencia a David Künzle del resto de salones de peluquería?
D.L.: No sé como funcionan otros salones, pero lo que tengo claro es que para que un cliente vuelva, lo primero es tratarle como nos gustaría que lo hicieran con nosotros. Desde que entra por la puerta, hay que escucharle y observarle para llegar a un diálogo esclarecedor con él o con ella, entender lo que quiere y en base a eso, aconsejarle y ejecutar lo acordado lo más preciso posible para que el resultado sea óptimo. Intentamos ser detallistas y ofrecer un valor añadido a los servicios estipulados durante el proceso de champú, corte o color.

Lo que tengo claro es que para que un cliente vuelva, lo primero es tratarle como nos gustaría que lo hicieran con nosotros.

B.M.: ¿Cuál es el balance que haces desde que comenzaste a dar tus primeros pasos en este mundo hasta la fecha?
D.L: El balance es muy positivo, amo mi profesión, lo tuve claro desde que tenía 5 o 6 años. Todo lo que conseguí fue a base de mucho esfuerzo y dedicación. He conocido a muchos de los mejores profesionales del sector que me han enseñado todo lo que sé, transmitiéndolo después a otros peluqueros en los cursos de capacitación que doy desde que tengo 22 años.

B.M.: ¿Hacia donde camina la peluquería de la próxima década? ¿Qué cambios se vislumbran a corto y medio plazo?
D.L.: Al ser una profesión artesana, la peluquería seguirá teniendo su sitio e importancia. El corte como tal ya se impone al peinado hoy en día, porque cada vez lo solicitan menos los clientes, sobre todo, los jóvenes, que entienden que con un buen corte ya no es necesario un brushing. Teniendo en cuenta que la corriente y concientización sobre el medio ambiente gana importancia, esto también se verá reflejado en los productos de cuidado para el cabello, incluyendo color, es decir, los productos orgánicos y bio desplazarán a los tradicionales.

B.M.: ¿Qué proyectos tiene David Künzle para este 2020 y esta nueva década que comienza?
D.L.: Para el 2020 seguiremos trabajando en los detalles y el perfeccionamiento de mi técnica por parte de mis colaboradores, porque creo que es la única manera de mantener nuestro estatus de salón vanguardista, respetuoso con el cliente y enfocado a conseguir su satisfacción máxima. También tenemos previsto crear más puestos de trabajo porque queremos ampliar el horario, abrir los domingos y más horas durante la semana. El proyecto de abrir otros centros en los que imperará la misma filosofía lo pondremos en marcha con la ayuda de una consultora especializada. En definitiva, expandirnos, pero siempre concentrados en la atención al cliente que es lo primero y el secreto del éxito.









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