Styliderm

A través de reuniones con profesionales de la estética, STYLIDERM pudo inspirarse en sus necesidades para crear el dermógrafo que se convertiría en el más exitoso de su generación. Antes del nacimiento de esta pluma, solo se usaban los llamados dispositivos de tatuaje en la cara, no aptos para este tipo de trabajo.

Fue en 1995 cuando comenzó la aventura Styliderm, con la patente del primer dermógrafo de formato stylo. A veces copiado pero nunca igualado, Styliderm aporta regularmente avances técnicos a su equipo. Laurent Despalle de Béarn inició la investigación sobre nuestros dispositivos de maquillaje permanente y es gracias a él que la empresa ha seguido innovando desde su creación. Deseoso de perpetuar la profesión en su más alto nivel, Styliderm se moviliza para desarrollar la técnica y satisfacer mejor sus expectativas.

Desde que la empresa se lanzó al mercado del maquillaje permanente en 1995, nos hemos destacado gracias al rendimiento y maniobrabilidad de nuestro dispositivo. El dermógrafo Styliderm ha sido diseñado para que la sensación del trabajo recibido sea lo más desagradable posible para el cliente. Nuestro know-how se extiende a la fabricación de pigmentos y agujas.

El centro de formación viene a cerrar el círculo de dominio total de esta profesión. Desde entonces, nuestra oficina de Investigación y Desarrollo se ha asegurado de una constante evolución de su herramienta de trabajo. Nuestra ambición es mejorar la técnica y los materiales, para ofrecerle cada vez más rendimiento y comodidad de uso.