Con motivo del inicio de la campaña de Navidad, Stanpa da algunos datos sobre el sector, pues en cada trimestre se consumen unos 250 millones de euros en perfumes y fragancias y las ventas se incrementan durante el último trimestre pudiendo llegar a los 300 millones de euros.

La compra de productos falsos por internet durante las fiestas crece a un ritmo preocupante, y por ello Stanpa quiere advertir sobre el riesgo del consumo de perfumes y cosméticos falsificados.

Algunas webs que venden productos falsos utilizan la venta para capturar y almacenar los datos personales y económicos del comprador o infectar su ordenador con virus. Según Stanpa, los falsificadores aprovechan la viralidad de internet y actúan suplantando la reputación de las marcas, su tráfico e incluso las ventas de las marcas legales.

En perfumería y cosmética, el 50% de las falsificaciones se concentran en redes sociales. En el mundo digital, el acceso al producto falso es inmediato y global, a un solo clic.

El 50% de los usuarios no quieren comprar productos falsos, pero se encuentran con que lo que reciben está falsificado, con las consecuencias no solo para la salud y la pérdida económica sino también para la reputación de la marca.

Frente a los más de 80 componentes que tiene un perfume original, las falsificaciones no suelen tener más de 20 o 25, que son en su mayoría distintos (solo un 10% de los ingredientes encontrados en los productos originales aparecen también en los falsificados).

Stanpa ha llevado a cabo un análisis comparativo de perfumes auténticos y falsificados en un laboratorio internacional especializado, con la técnica de Cromatografía de Gases/Espectrometría de Masas (CG/EM), con el objetivo de poner de manifiesto las diferencias entre productos auténticos y falsos.

Como resultados se han observado múltiples diferencias en la composición entre los perfumes originales y los falsos. Frente a los más de 80 componentes que tiene un perfume original, las falsificaciones no suelen tener más de 20 o 25, que son en su mayoría distintos (solo un 10% de los ingredientes encontrados en los productos originales aparecen también en los falsificados).

Estos perfumes falsificados contienen en su mayoría agua, hasta un 50%, y etanol industrial o de baja pureza como disolvente. En algunos aparece dietilenglicol, sustancia tóxica cuyo uso está prohibido en cosméticos excepto en el caso de trazas y también se detecta la posible presencia de otras sustancias prohibidas.

Tales productos, además, no tienen filtros UV, lo que puede dar lugar a fotodegradación y generar sustancias de riesgo para la salud que produzcan dermatitis, reacciones alérgicas, manchas en la piel, etc.

Estos perfumes falsificados contienen en su mayoría agua, hasta un 50%, y etanol industrial o de baja pureza como disolvente.

Desde Stanpa, recomiendan adquirir las compras en lugares autorizados que cuentan con todas las garantías de los productos auténticos. Combatir las falsificaciones se ha convertido en una prioridad y se están llevando a cabo numerosas medidas en diferentes frentes.

En términos generales, los productos falsos implican pérdidas millonarias para todos. La comercialización de falsificaciones causa casi 7.000 millones de euros de pérdidas al año para el comercio español y, a nivel europeo, más de 13.270 millones de euros, según datos de la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual (EUIPO.









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