"El primero y peor de todos los
fraudes es engañarse a sí mismo".
Philip James Bailey, poeta inglés
(1816-1902).
Hace tan solo unos días conocíamos que se había detectado benceno carcinógeno en 78 productos de protección solar y aftersun. Un total del 27% de las muestras analizadas por una empresa especialista en este tipo de procesos. Es más, algunos contenían hasta tres veces el límite de concentración permitido por la FDA.
Una noticia alarmante, ya que el usuario debería confiar ciegamente en que la industria cosmética es valedora de su seguridad sin generar en absoluto cualquier tipo de sospecha.
Lo cual no es óbice, por supuesto, para dejar de usar fotoprotección. Vital en la lucha contra el melanoma y la prevención del cáncer de piel. Mientras, deberemos ser conscientes de la exigencia del control y rigor obligados para acabar finalmente y de una vez por todas con hechos tan luctuosos como este que alarmen a la población. Con una supervisión constante de los productos que logran llegar al mercado desde cualquier parte.
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