Las hojas y raíces de malvavisco (Althaea officinalis L.) se han utilizado tradicionalmente en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales y respiratorias, en caso de tos seca, irritación de la mucosa oral, faríngea o gástrica. Los efectos terapéuticos de esta planta están relacionados con su contenido de polisacáridos. Estos compuestos modulan el sistema inmunológico, sin embargo, su efecto principal y demostrado en esta ocasión se basa en parte en la protección física de las membranas mucosas.

Experimento in vitro

Un estudio reciente ha examinado el efecto protector de un producto que contenía raíz de malvavisco en un modelo experimental. La adherencia de un producto mucopolisacárido que contenía malvavisco en la mucosa animal fue demostrada en un experimento in vitro, lo que confirmó sus características de película bioadhesiva. A continuación y en un segundo estudio subsecuente, la inhibición de la permeación de la cafeína (un compuesto modelo para probar el efecto de la absorción de sustancias únicas) fue demostrada. En este caso, la contribución del polisacárido del malvavisco era equívoca. Estos resultados apoyan la importancia del efecto físico de los polisacáridos de Althaea officinalis en su aplicación en mucosa.

En concreto, dicha investigación ha sido realizada por Dezsö Csupor, del departamento de Pharmacognosy, Facultad de Farmacia, Universidad de Szeged (Hungría). Presidente de la sección de plantas medicinales de la sociedad húngara de ciencias farmacéuticas.

La misma, pone de relieve los efectos no sólo del malvavisco en particular, sino de las plantas medicinales en general. Hemos de recordar que se considera plantas medicinales a aquellas que pueden utilizarse enteras o por partes específicas, para tratar enfermedades de personas o animales. La acción terapéutica se debe a substancias químicas llamadas principios activos.

El uso de las plantas en la medicina tradicional, como todos sabemos, se remonta a tiempos prehistóricos, pero la ciencia actual ha permitido identificar, aislar y producir cientos de principios activos para la elaboración de fármacos utilizados en el tratamiento de diversas enfermedades, y también cosméticos destinados al antiaging y cuidados específicos.
Sin embargo, el uso tradicional y directo de plantas medicinales aún persiste, especialmente en sociedades poco industrializadas con dificultades de acceso a medicamentos. Por eso, la Organización Mundial de la Salud coordina una red para incentivar el uso seguro y racional de la medicina tradicional, debido a que la planta medicinal ha de ser conocida correctamente, o simplemente el principio activo debe de ser dosificado minuciosamente.

La planta medicinal suele prepararse de diferentes formas, en la medicina tradicional se utilizan en infusiones, cocidas, en cataplasmas o en ensaladas para consumo directo. La tecnología farmacéutica y cosmética permite la aplicación de ciertos extractos de plantas medicinales en presentaciones tipo cápsulas, comprimidos, cremas y jarabes.

Terapéutico y dulce malvavisco

Centrándonos de nuevo en el malvavisco, éste también puede utilizarse de modo externo e interno.

En uso externo se emplean cataplasmas de las raíces del malvavisco, que se colocarán sobre la zona afectada:

  • Previene la aparición de hematomas, chichones y disminuye el dolor.
  • Quemaduras o quemaduras solares.
  • Ayuda a curar las heridas producidas por congelación.
  • Para cicatrizar las heridas e impedir que se infecten.
  • Contra los enrojecimientos de la piel, producidos por rozaduras, calor, etc.
  • Trata los forúnculos o granos, haciendo que estos disminuyan su tamaño y se sequen con mayor rapidez.
  • Esguinces y luxaciones.
  • Las propiedades antiinflamatorias del malvavisco resultan muy útiles para el tratamiento de la artritis reumatoide.
  • Enjuagues bucales con el objetivo de curar las llagas en la boca, los problemas de las encías o la piorrea de los dientes.
  • Picaduras de insectos: pulgas, mosquitos, mosquito tigre, garrapatas, etc.
  • Picor.
  • Realizando gargarismos podemos eliminar las bacterias que afectan a la garganta y que producen afecciones como la faringitis o las anginas (no debe beberse el líquido).
El uso de las plantas en la medicina tradicional, se remonta a tiempos prehistóricos, pero la ciencia actual ha permitido identificar, aislar y producir cientos de principios activos para la elaboración de fármacos utilizados en el tratamiento de diversas enfermedades.

En uso interno:

  • Para afecciones del aparato respiratorio. Sus mucílagos ayudan a expulsar las mucosidades de los pulmones al mismo tiempo que los relajan. Entre las principales. Por ejemplo, se utiliza para la bronquitis, para la tos y para el asma.
  • Para alteraciones del aparato urinario. Sus propiedades suavizantes y desinflamatorias resultan muy adecuadas en el tratamiento de las irritaciones de las vías urinarias, como en inflamaciones de los riñones (nefritis) o en inflamación de la vejiga urinaria, pues desinflama la vejiga, desinfecta y suaviza el intenso dolor.
  • Para afecciones del aparato digestivo. Ejerce una función antiinflamatoria y protectora de esta mucosa, tal como ha sido demostrado en el estudio científico reseñado que abre este artículo, lo que resulta adecuado para el tratamiento de la gastritis, úlceras de estómago y duodeno en los casos de hiperacidez gástrica, dolor de estómago, diarrea y estreñimiento, diverticulitis, diverticulosis.
  • Esta planta es rica en colina, que, entre otras mucha funciones, resulta muy importante para la transmisión de los impulsos nerviosos y ayuda a mantener la memoria en buen estado.
La planta medicinal suele prepararse de diferentes formas, en la medicina tradicional se utilizan en infusiones, cocidas, en cataplasmas o en ensaladas para consumo directo.

Como curiosidad, el malvavisco, 'mashmelo', nube, esponjita, jamón o bombón es una golosina que todos hemos probado alguna vez, hecha a base de malvavisco, azúcar o jarabe de maíz, clara de huevo batida, gelatina previamente ablandada con agua, goma arábiga y saborizantes, todo ello batido para lograr una consistencia esponjosa. Se puede elaborar en muchas formas. En Estados Unidos es típico quemarla y en nuestro país son más conocidas en su forma de esponjitas o jamoncitos que todos también hemos comido, seguro que en más de una ocasión.

Ahora, y tras el estudio referido y otros muchos aportes científicos, el malvavisco ocupa su lugar en la lista de plantas medicinales y demuestra sus propiedades beneficiosas para el organismo.









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