"La realidad virtual nos va a permitir entrar
y navegar dentro de la imagen.
Antes la imagen servía para transformar el mundo;
ahora la imagen virtual es el mundo”.
Philippe Quéau, ingeniero de telecomunicaciones
y autor de libros como ‘Lo virtual Virtudes y Vértigos’ (1968).
El Metaverso comienza a compartir ya nuestras vidas. Y no se trata solo de ‘Meta’ de Mark Zuckerberg, el nuevo nombre de la compañía que dio origen a Facebook, sino de la apuesta de las grandes y millonarias corporaciones, caso de Google y Microsoft, Apple o Sony, entre otras, las cuales trabajan en la creación de este mundo virtual donde los avatares serán el espejo 3D de los usuarios.
Dicho de este modo, podría parecer solo un juego. Pero no, porque el Metaverso no solo se refiere a los mundos virtuales, sino a las experiencias multidimensionales de uso y aplicación de Internet en su conjunto, combinando las herramientas y posibilidades de la web 2.0, la realidad aumentada y la tecnología de tercera dimensión.
Tanto es así que esferas como la propia cosmética serán objeto de experimento en esta realidad paralela. Lo que refuerza los estudios acerca de las emociones y el uso de una fórmula de belleza no solo por sus propiedades, sino y sobre todo por las sensaciones que despierta, la que parece ser la belleza del futuro. Y a lo que se une una nueva perspectiva de comercio, con el lanzamiento y creación de artículos e incluso tiendas en el Metaverso, dando paso a una propia economía virtual que se prevé va a ser tan importante como la física.
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