La mascarilla facial magnética es una solución revolucionaria para dejar la piel libre de impurezas y reducir los efectos de la edad. Esta mascarilla, a priori, tiene la misma apariencia que otro tipo de mascarillas pero sus componentes son partículas magnéticas de hierro y polvo de turmalina negra.

La aplicación de este tipo de mascarilla es igual a la convencional pero su retirada se realiza a través de un imán que se envuelve en papel. Es decir, se usa el biomagnetismo, creando microcorrientes eléctricas. Con ello se reactivan las células y la piel puede estar ya a punto para aplicar el sérum. Su acción principal es disimular manchas e imperfecciones de la piel, consiguiendo, también, un tono uniforme.

La mascarilla magnética es rica en minerales del Mar Muerto, aceites esenciales, vitaminas... y ofrece una limpieza profunda cuando se eliminan los restos de suciedad gracias al imán.

Como vemos, la aplicación es realmente sencilla. La mascarilla se presenta con una pequeña pala y un imán. Tras aplicar la mascarilla con la pala, y pasados unos minutos, el imán retira las partículas. Se aconseja pasar el imán varias veces. Luego es necesario masajear la piel para que se absorba el aceite que queda.

En líneas generales, esta mascarilla es rica en minerales del Mar Muerto, aceites esenciales, vitaminas... y ofrece una limpieza profunda cuando se eliminan los restos de suciedad gracias al imán. Entre las mascarillas faciales magnéticas que encontramos en el mercado podemos destacar la coreana Black Luster, toda una innovación, también Magnitude y Magnetight, de Dr. Brandt.









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