Doctora en Farmacia, María del Val Díez Rodrigálvarez dirige con pasión Stanpa desde el año 2007. Aprovechando sus conocimientos científicos, aboga por la investigación dentro del campo cosmético para seguir mejorando en la seguridad y calidad de los productos. Antes de incorporarse a la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética ocupó la secretaría del Plan Nacional sobre el Sida y fue directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, así como miembro del Consejo de Administración de SEPIDES, Sociedad Estatal de Participación Industrial y Desarrollo Empresarial. Además, ha participado como experta ante organismos como la Comisión Europea y el Banco Mundial.

BEAUTY MARKET: ¿Su formación como farmacéutica le aporta una visión crítica acerca de los elementos que se usan para preparar los cosméticos actuales?
MARÍA DEL VAL DÍEZ: Viniendo del mundo de la farmacia, le puedo decir que el sector de la cosmética me encanta. Es una industria rigurosísima, con un nivel de autoexigencia elevado y con una clara concienciación de la calidad exigida y necesaria para que el consumidor se beneficie.

B.M.: ¿Es defensora de la biocosmética y de los preparados usados para la belleza elaborados a partir de ingredientes naturales?
M.D.V.: Soy defensora de los buenos productos, de calidad, con fabricación rigurosa, y de amar y respetar el medio ambiente. La naturaleza ha sido siempre una fuente de inspiración y de ingredientes en la historia de la cosmética. A este potencial, la investigación aporta avances que nos ayudan a conocer más y respetar mejor la biología. Le diría a los consumidores que los productos naturales son una buena alternativa como concepto, pero que no tienen que aceptar cualquier producto natural: que sepan bien su origen y que exijan las mismas garantías que con cualquier otro cosmético, pues la seguridad es lo primero en este sector.

B.M.: ¿Cómo afecta el uso de cosméticos a la salud?
M.D.V.: El cuidado personal influye de forma claramente positiva sobre nuestra salud. La piel es el órgano más extenso y está expuesto a múltiples agresiones a lo largo de toda nuestra vida. La higiene, la nutrición de piel, cabello y uñas y el sentirse bien con uno mismo aportan elementos beneficiosos para nuestra salud, a todas las edades e incluso ante la enfermedad.

B.M.: ¿De qué forma ha evolucionado la industria cosmética en los últimos años?
M.D.V.: Ha avanzado muchísimo en tecnología. Por un lado, las pruebas de seguridad, tolerancia y efectos se han vuelto mucho más completas y complejas. Por otro lado, el respeto al medio ambiente, la protección de los animales y del entorno son prioridades presentes en el sector de forma clara. Y la investigación en nuevos productos emerge con lanzamientos continuos y alternativas que, de forma separada o combinada, se han hecho mucho más específicas para cada situación u objetivo, ofreciendo al consumidor exactamente aquello que identifica como una necesidad propia.

B.M.: ¿Cuáles son las principales novedades de este sector?
M.D.V.: Es difícil hablar de novedades desde la Asociación, pues nosotros representamos al conjunto del sector de la cosmética y cada una de las empresas tiene su propio abanico de novedades. Hay lanzamientos muy interesantes, con el hombre como nuevo protagonista; hay productos cada vez más sofisticados en piel y cuerpo, nuevos ingredientes y nuevas formas de presentación. Y en cosmética decorativa, maquillajes y colores que se renuevan y se amplían cada vez más.

B.M.: ¿Como directora de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, ¿qué valores cree que hay que defender para potenciar la promoción de productos cosméticos seguros y de calidad?
M.D.V.: El sector está muy concienciado. Hay una legislación muy clara al respecto y se han de garantizar al consumidor la calidad y la seguridad. Hay que evitar que las personas acepten alternativas poco fiables, y que eviten comprar en lugares de los que no pueden garantizar el origen del producto, o productos ofrecidos en redes que puedan ser ilegales o falsificaciones, pues el riesgo está ahí.

B.M.: ¿En qué posición se encuentra el mercado español del sector cosmético respecto a la Unión Europea?
M.D.V.: España es el quinto gran mercado de la UE, cercano a los ocho mil millones de euros en 2007, junto a los otros grandes, que son Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. Estos cinco grandes son mucho mayores que el resto y ello se debe tanto a la existencia de una industria consolidada como a la cultura del cuidado personal, tan arraigada en nuestra sociedad.

B.M.: ¿Qué retos tiene el sector cosmético a nivel mundial?
M.D.V.: Continuar investigando en productos más activos y mantener la seguridad y la defensa del medio ambiente, algo en lo que Europa es líder mundial. Además, luchar contra el fraude, las falsificaciones y el comercio poco fiable, que a veces usa alternativas como Internet para ofrecer aparentes gangas que en realidad son productos que están fuera del rigor y de la calidad.

B.M.: ¿Qué proyectos tiene la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética para el futuro?
M.D.V.: Continuar defendiendo los intereses colectivos, promoviendo un sector competitivo e innovador, formando e informando a nuestros asociados y representándoles en todos aquellos foros donde seamos requeridos.

B.M.: ¿Considera que hay que solicitar más cursos de formación para las esteticistas en las nuevas áreas –cavitación, blanqueamiento dental– que están surgiendo?
M.D.V.: La formación es necesaria siempre y con los nuevos productos sólo una formación adecuada puede garantizar el uso óptimo y la satisfacción final del cliente, que es lo que todos deseamos.

B.M.: La estética apuesta cada vez más por el cuidado del medio ambiente y el cuidado del cuerpo humano, por lo tanto, interaccionan medicina, medio ambiente y belleza. ¿De qué forma lo valora?
M.D.V.: En nuestro sector no estamos aislados en ningún área y las personas interaccionan con todos estos campos. El respeto y la formación son la clave para estos nuevos retos.

B.M.: ¿Cuáles son las disciplinas que más se demanda a una esteticista?
M.D.V.: Creo que hoy en día se tiende a una formación multidisciplinar. La formación en la piel es importante, pero también en los productos, ingredientes, formas de aplicación y, muy importante, en cómo transmitir todo eso a la persona a la que se atiende. Hay que saber presentar y ofrecer el producto.

B.M.: En el mundo de la estética, reciclarse mediante la formación es esencial. ¿Encuentra que las esteticistas tienen facilidades para hacerlo?
M.D.V.: Todos encontramos dificultades para formarnos, principalmente por falta de tiempo o por el esfuerzo que supone a veces desplazarse…, pero es una obligación si no queremos empobrecernos en pocos años.









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