Últimamente, con el auge de la cosmética natural se está hablando y mucho de las propiedades cosméticas del drago canario. Un par de apariciones televisivas de un laboratorio canario que ha patentado la sangre de drago para uso cosmético y farmacológico han bastado para que este producto milenario adquiera la notoriedad de un producto novedoso.

Botánica

El draco (Dracaena draco) es un árbol endémico de las Islas Canarias, Cabo Verde y del resto de Macaronesia (archipiélagos del Atlántico Norte cercanos al continente africano), aunque las islas afortunadas constituyen actualmente la región del mundo que cuenta con más dragos. Pertenece a la familia de las liliáceas (al igual que el ajo, el tulipán, la cebolla, el espárrago o el aloe). Su imagen es representativa de la flora canaria y su origen se encuentra en el período Terciario.

Recolección de su savia

Se sigue utilizando una técnica arcaica para, sin dañar al árbol, se pueda obtener su savia roja o sangre de drago. De hecho, su nombre proviene del griego drakaina, que significa hembra de dragón a causa del color rojizo de su savia, que evoca la sangre de los dragones. Aunque posee la savia roja, su color original es blanco, pero cambia a rojo cuando entra en contacto con el aire.

Historia

La historia del drago como ingrediente cosmético y farmacéutico se remonta a la antigüedad. Comerciantes fenicios, egipcios o griegos viajaban a diferentes islas, como las de Dioscórida o Socotora, en el Cuerno de África, para obtener esta planta, ya que era un producto muy reconocido por sus propiedades como cicatrizante de heridas y regenerador de tejidos. Por ejemplo, el griego Hipócrates recomendaba su savia para equilibrar los cuatro humores del cuerpo humano.

La sangre de drago de Socotora se afianzó en Europa con la expansión del Islam a partir del siglo VIII, junto al acíbar, la mirra o el incienso. En pocos años, la sangre de drago se convierte en un producto muy cotizado en Europa, ya que a las propiedades terapéuticas se le atribuían propiedades mágicas que eran explotadas por los alquimistas más importantes de la época.
También se empleaba como pigmento rojo para fabricar tintes y usarlo para pintar objetos de metal, mármol, cerámica o madera. Incluso fue usada por el mismo Antonio Stradivari para barnizar sus cotizadísimos violines.

Pero no fue hasta el siglo XIV cuando se establecen los primeros contactos comerciales entre navegantes europeos y aborígenes canarios (guanches), que usaban el drago para cicatrizar heridas, teñir pieles y como maquillaje corporal y facial.

Durante el siglo XVI la explotación de drago se intensificó, aunque el proceso intensivo para extraer la savia facilitó la penetración de bacterias y hongos y conllevó la muerte de casi la gran mayoría de dragos canarios. El negocio dejó de ser rentable y se abandonó su explotación. Por este motivo, desde el siglo XVIII su uso cayó en el olvido hasta la actualidad.

Composición

Se han identificado más de veinte compuestos orgánicos, la mayoría de ellos flavonoides (chalconas, isoflavonoides) y saponinas (diosgenina, ruscogenina, dracogenina, icogenina).

Propiedades

El drago tiene propiedades regeneradoras (rejuvenecedoras) de tejidos, ya que el gran poder antioxidante de los flavonoides le posibilita neutralizar los radicales libres impidiendo los efectos nocivos que éstos ejercen en la salud, retrasando su envejecimiento y favoreciendo la regeneración de la piel.

También es un potente antiinflamatorio (gracias a la ruscogenina) y cicatrizador, aunque el efecto más evidente sobre la piel es su efecto reafirmante y tensor, siendo muy útil para mejorar la elasticidad de la piel y estirar los tejidos. Tiene también propiedades antibacterianas y antifúngicas por la acción de la dracogenina.

Asimismo, los flavonoides del drago muestran una actividad antiviral, antialérgica y protector frente a enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras patologías. Por ejemplo, la diosgenina baja el nivel de colesterol en sangre y potencia la actividad de las hormonas femeninas, siendo útil en el tratamiento de trastornos menstruales y menopáusicos.

Otras "sangres de drago"

Queremos hacer constar que todo este artículo se refiere a la 'sangre de draco canario' (Dracaena Draco). Actualmente, con el nombre de sangre de draco o drago se conocen varias resinas de origen vegetal procedentes de diferentes plantas de todo el mundo.

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