La vida 'sin contacto' no apareció con la crisis del Covid-19. Sin embargo, y a pesar de modo previo al Covid-19, las sociedades se hallaran cada vez más comprometidas por ejemplo con el e-commerce o del teletrabajo, la percepción de los europeos tienen de esta 'prohibición social' les está pasando factura.

Porque y según el Observatorio Celetem, si bien también están en gran medida convencidos por la practicidad de ciertos comportamientos 'sin contacto', como las compras en línea, la gestión presupuestaria o los procedimientos administrativos remotos, el teletrabajo o la información a través de pantallas y no por medios de comunicación en papel, esta situación generalmente se experimenta efectivamente de manera negativa en toda Europa.

Un apetito por el consumo que se está erosionando

Mientras que el 80% de los europeos anticipa una sociedad que hará cada vez más espacio para el 'sin contacto' en 10 años, son sólo una pequeña mayoría (53%) la que está a favor de tal desarrollo. De hecho, el 73% de los encuestados en el estudio citado asocia al menos un término negativo con la vida sin contacto, frente a sólo el 58% de un término positivo. Según el mismo, desembocando sobre todo en la "soledad" frente a la "tristeza".

Las sociedades se hallaran cada vez más comprometidas por ejemplo con el 'e-commerce' o el teletrabajo.

A corto plazo, el Observatorio Cetelem se refiere a "una detonación" sobre el estado de ánimo de los europeos, que retrocede en todos los países. No fue así en 2009 o 2012 durante la crisis de la deuda. La situación actual degenera en un apetito de los consumidores erosionado.

El estudio ha sido realizado en 15 países europeos (Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, España, Francia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía, Reino Unido, Eslovaquia y Suecia) del 27 de noviembre al 8 de diciembre de 2020 entre 14.200 personas de entre 18 y 75 años, procedentes de muestras representativas de la población de cada país, según el método de cuota.









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