Un producto cosmético bien diseñado y formulado debe ser una fiesta para los sentidos, y el embalaje es un ingrediente vital. Si bien el brillo visual de los envases cosméticos se considera, con razón, una casilla vital para desmarcarse y convencer, la forma en que se siente un producto y todos los factores que contribuyen a esto no deben subestimarse.

El estudio del comportamiento táctil se llama háptico, y el término se ha expandido en los últimos años para incluir la tecnología que estimula los sentidos del tacto y el movimiento.

"Si se usan correctamente, las cualidades hápticas en los diseños de 'packaging' crean una experiencia más inmersiva y memorable", explica Benjamin Punchard.

"Las cualidades hápticas se refieren al sentido del tacto y la incorporación de elementos táctiles en el envase pueden mejorar la percepción general y el atractivo de un producto", dice Benjamin Punchard, director Global Packaging Insights de la firma de investigación de mercado Mintel.

Para una marca, la pregunta que hay que hacerse es: ¿qué evoca el envase si cierras los ojos y simplemente lo sientes?

"Si se usan correctamente, las cualidades hápticas en los diseños de packaging crean una experiencia más inmersiva y memorable".









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