Hoy más que nunca, debido a la gran competitividad, es primordial llevar a cabo un buen diagnóstico. Es imprescindible para poder recomendar los tratamientos adecuados que puedan resolver con éxito cualquier inestetismo.

A lo largo de estos últimos años, hemos visto en muchas ocasiones que nuevas y buenas técnicas que requieren un uso profesional específico y adecuado, se han aplicado a la ligera a clientes que no las precisaban, causando algún tipo de incidencia. Y todo ello por no tener instrumentos de diagnóstico y por lo tanto desconocer los datos de evaluación del cliente para aconsejarle el tratamiento o packs de tratamientos adecuados.

Alguno de estos casos recientes han ocurrido, por ejemplo con la cavitación. Al ponerse de moda y tener tanta demanda por parte de los clientes, no se siguió un protocolo adecuado de diagnóstico. A todas las personas con sobrepeso se les ofrecían packs de varias sesiones de cavitación, cuando en realidad la cavitación, que es una excelente herramienta para eliminar la grasa rebelde localizada, es eficaz al final de un tratamiento global de reducción de peso, para estas zonas.

También nos encontramos que, ante una problemática de sobrepeso y volumen, se aplican protocolos erróneos (siguiendo con el ejemplo la cavitación) para "destruir" la grasa, cuando en realidad el cliente precisaba de unas sesiones previas de drenaje ya que su problema principal era la retención de líquidos.

Todo ello se evitaría utilizando equipos de medición y diagnóstico que aportan la información básica del estado del cliente, como porcentaje de retención de líquidos, Kg y % de grasa, Kg y % de masa magra, metabolismo basal, índice de masa corporal (IMC), necesidades energéticas diarias (Kcal.), etc. Todo ello permite la recomendación de un protocolo combinado de distintos tratamientos, utilizando las diferentes técnicas y herramientas de las que ya disponen los centros de estética: presoterapia, masaje subdérmico, ultrasonidos, cavitación, electroestimulación, etc.

Otro claro ejemplo son los casos en los que las clientas dicen haber perdido poco peso, en función de sus expectativas. Y no es así, puesto que con el tratamiento perdieron grasa y ganaron músculo. Pero para llegar a esta conclusión se necesita un equipo de medición, algo que una exploración visual no permite, no siendo suficiente ni para hacer un buen diagnóstico ni el posterior seguimiento de los clientes. Toda esa información es la que nos proporcionan los instrumentos de medida.

Quantum propone dos soluciones para los equipos de diagnóstico:

  • Ohmniscan: este equipo, de pequeñas dimensiones y muy asequible, mide de forma exacta cada zona del cuerpo. Una de las mejores técnicas es realizarlo a través de microcorrientes. Ohmniscan es un equipo de bio-impedancia que utiliza un sistema de microcorrientes (400mA) no perceptibles a una frecuencia de 50 KHz.
    El equipo emite una microcorriente imperceptible que circula a través del cuerpo, midiendo el tiempo de retorno de la misma. Este tiempo es de distinta duración en cada persona, en función de la resistencia que encuentra: grasa, líquidos, etc. A través de ecuaciones matemáticas científicamente validadas, Ohmniscan calcula los parámetros básicos mencionados anteriormente.
  • Celucheck plus: es el único equipo en el sector que proporciona las imágenes escaneadas del interior del cuerpo por ultrasonografía. Emite las ondas ultrasónicas a 3,5 Mhz a través de la sonda situada en la zona del cuerpo para formar una imagen de la masa interna. La sonda recoge el eco de las ondas sonoras e interpreta la información recibida, convirtiéndola en imagen con una fiabilidad de 96,8%.

No dejes pasar la oportunidad de recomendar los tratamientos más eficaces con algunos de estos equipos de diagnóstico.









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