La técnica de la bioplastia nace en 1985 con el uso de colágeno bovino como sustancia de relleno para correcciones de arrugas y cicatrices, y se desarrolla plenamente en 1990 con las operaciones del cirujano norteamericano Ersek Robert.

Mediante esta técnica se pretende embellecer la anatomía de los pacientes de forma sencilla y eficaz, realzando, corrigiendo o armonizando los volúmenes existentes, o recuperando el volumen perdido tanto en el cuerpo como en el rostro. No requiere hospitalización, la anestesia es local y el tiempo de recuperación es mínimo.


Material utilizado

Los biomateriales o sustancias de relleno, como también se les conoce, son micropartículas de diferentes procedencia o composición química, y los más utilizados van desde el polimetacrilato hasta siloxanos de grado medio como el Metacril, o compuestos de ácido hialurónico como el Juvederm o el Surgederm. La elección del tipo de sustancia depende tanto del paciente (edad, estado de salud general, etc) como del profesional que vaya a realizar la operación.
Estos biomateriales son capaces de estimular la formación de colágeno por el propio paciente y su función es ocupar o expandir el espacio de la dermis.


Técnica

Se usan microcánulas o agujas hipodérmicas ultrafinas que penetran profundamente por debajo de los músculos sin lesionar los tejidos, vasos sanguíneos o nervios, e implantan el biomaterial a través de microprótesis. Esta es la gran diferencia con respecto a un simple relleno estético, mediante el cual se rellena de forma superficial en los tejidos, mientras que en la bioplastia se realiza el relleno por debajo de los músculos.

La técnica se inicia con una evaluación general del paciente. Si el resultado es positivo y el paciente es adecuado para el tratamiento, se pasa a la marcación de los sitios de inyección del implante. Se inyecta el bioimplante, se da el contorno y moldeo adecuado y, después, el propio cuerpo produce tejido de fibra en torno al material aplicado.

Puede ser utilizado en diferentes partes del cuerpo y de la cara, como la eliminación de arrugas en diferentes partes del rostro y cuello, corrección de los surcos, resaltar o corregir defectos en nariz, labios, mentón, pómulos, mandíbula, redistribución de la grasa facial... En el cuerpo, podemos recuperar volumen perdido del dorso de las manos, tratar el área de los glúteos, senos, bíceps, tríceps, genitales externos, etc.


Principales bioplastias realizadas:

  • Contorno general de la cara: armoniza las diferentes líneas que interactúan en la cara como son la línea de la mandíbula, pómulos, mentón o la nariz. La bioplastia puede proporcionar un contorno facial perfectamente definido, corregir asimetrías y reponer volúmenes restaurando las zonas que presentan flacidez.
  • Genitales femeninos: para mujeres que desean mejorar la apariencia estética del área genital y mejorar su actividad sexual, aumentando los labios menores o mayores o el estrechamiento del intróito vaginal.
  • Glúteos: ideal para nalgas planas o poco desarrolladas.
  • Labios: es de los procedimientos más solicitados. Mediante la bioplastia se puede dar volumen, definir los contornos labiales y arreglar atrofias cutáneas, deshidratación de los tejidos y pequeñas arrugas causadas por el envejecimiento.
  • Mandíbula: resalta la línea y ángulo de la mandíbula favoreciendo al rostro en general.
  • Manos: aplicando la bioplastia es posible rejuvenecer su aspecto general ya que favorece la formación de colágeno en las áreas tratadas aumentando el volumen de algunos tejidos castigados por el paso del tiempo.
  • Mentón: consigue una definición óptima del mentón reponiendo el volumen y moldeando la forma adecuada.
  • Nariz: se puede mejorar la fisionomía de la nariz retocando su forma, tamaño y longitud.
  • Pechos: consiste en la administración de ácido hialurónico a través de microcánulas.
  • Pómulos: devuelve el volumen perdido en esta parte de la cara haciendo que los tejidos se eleven y se reubiquen.

Recomendamos