Amorepacific investiga los daños de la piel derivados de la exposición a la luz azul y cómo prevenir sus efectos. Y presenta un interesante estudio.

La industria cosmética se ha centrado recientemente en combatir el estrés inducido por la luz emitida por las pantallas de los ordenadores o teléfonos inteligentes. La luz azul de hecho ha sido dentificada como un disruptor de ciclos circadianos y un factor de envejecimiento de la piel.

En este sentido, las evidencias científicas que justifican tales afirmaciones eran bastante escasas. Sin embargo, una serie de publicaciones recientes están arrojando progresivamente respuestas sobre los mecanismos involucrados y las mejores estrategias para proteger la piel de estos daños.

En un artículo de investigación publicado recientemente en The Journal of Cosmetic Dermatology" The Journal of Cosmetic Dermatology, 18 de agosto de 2020 (19º número de 2020)], un equipo de científicos del Amorepacific R&D Center ha presentado un método de evaluación clínica para la protección de la piel con luz azul.

La luz azul es una porción de longitud de onda azul del espectro de luz visible que oscila entre 380-500 nanómetros (nm). "La luz azul tiene la longitud de onda más corta y la energía más fuerte entre todos los tipos de luz visible, y se sabe que la exposición prolongada a este tipo de luz tiene efectos nocivos, como perturbaciones del sueño y daños a la visión. La luz azul también puede tener efectos perjudiciales en la piel, incluida la pigmentación de la piel y reducciones en la elasticidad y la humedad de la piel", explica Amorepacific.

Sin embargo, si bien el impacto potencial de la luz azul y sus mecanismos eran bien conocidos, antes de la investigación de Amorepacific no había habido ningún estudio clínico que hubiera medido concretamente el impacto de la exposición diaria a la luz azul en la piel.

Guía de "grado de protección de la luz azul (PB)"

Cho Hong-ri, investigador principal del departamento de Investigación Antipolución en el Centro de Investigación y Desarrollo Amorepacific, desarrolló un dispositivo clínico emisor de luz azul que ha permitido a la empresa medir el efecto de estas ondas en la pigmentación de la piel y evaluar la capacidad de varios materiales para protegerla. Sobre la base de la dosis mínima de oscurecimiento del pigmento persistente (MPPD) determinada a partir de la evaluación visual y las mediciones del índice de melanina, Amorepacific ha desarrollado una guía de "grado de protección de la luz azul (PB)".

El impacto potencial de la luz azul y sus mecanismos eran bien conocidos, antes de la investigación de Amorepacific no había habido ningún estudio clínico que hubiera medido concretamente el impacto de la exposición diaria a la luz azul en la piel.

El dispositivo del Amorepacific produce longitudes de onda de luz azul similares a aquellas a las que suele estar expuesta la piel habitualmente. Al ajustar con precisión la intensidad y el tiempo de la luz, el dispositivo facilita la realización de evaluaciones clínicas que imitan la exposición promedio en la vida diaria.

Filtro inorgánico a base de TiO2

Usando el dispositivo clínico, el Centro de I + D Amorepacific demostró que la exposición a la luz azul con una longitud de onda de 456 nm provoca la pigmentación de la piel. Con base en el hallazgo, Amorepacific probó si un bloqueador de la luz azul desarrollado y lanzado por la compañía realmente puede prevenir la pigmentación de la piel. La evaluación se basó en la medición de cambios en los valores del índice de melanina y otros datos. Por lo tanto, Amorepacific pudo demostrar que un filtro inorgánico con dióxido de titanio (TiO2) era eficaz para prevenir el estrés en la piel inducido por la luz azul.

En el futuro, Amorepacific planea realizar más investigaciones sobre los efectos ambientales y los cambios resultantes en la piel.









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