Según se desprende de los datos de consumo de 2010, los italianos no renuncian a los productos de belleza ni tan siquiera en época de crisis. El informe, presentado recientemente por Uniprobelleza, una asociación que reune a las empresas de cosméticos, confirma que en Italia el mercado de la belleza está en clara recuperación.

Los datos de consumo sitúan a los productos de belleza (perfumes, maquillaje, cremas,...) en tercer lugar del ranking de productos esenciales para los italianos, tras la alimentación y la salud. El mercado de la higiene personal y los cosméticos mueve en Italia casi 10.000 millones de euros, y la crisis parece que no afecta al sector, que ha aumentado su volumen de negocio el 1% con respecto al año anterior.

El producto estrella es el esmalte de uñas gracias a sus nuevos colores. Los italianos se han gastado 100 millones de euros en esmaltes durante 2010, un incremento del 6,7%. Este es el mayor crecimiento en comparación con los demás productos cosméticos.

De los productos cosméticos que han sufrido un mayor porcentaje de ventas, destacan los packs de regalo para mujeres, que han aumentado un 14% y los cofres de maquillaje que, con 60 millones de euros, subieron un 11,8%. Las cremas despigmentantes, por su parte, aumentaron un 6%, con un volumen de negocio de 15 millones de euros.

El estudio también confirma que la farmacia es el canal preferido por los italianos a la hora de comprar cosméticos.

Por su parte, el Ministerio de Sanidad italiano quiere promover un nuevo servicio para controlar la seguridad de los cosméticos. El éxito de nuevos productos aparecidos en Italia preocupa a las autoridades sanitarias, que crearaán un departamento de vigilancia y control de cosméticos. Esto ha sido motivado por el incremento de productos falsificados, peligrosos o de mala calidad que están produciendo alergias, erupciones y enrojecimiento de la piel. El Ministerio de Sanidad ya ha informado que los productos italianos y los procedentes de cualquier país de la Unión Europea están sujetos a las normas de seguridad más estrictas del mundo. Sin embargo, los cosméticos procedentes de otros países, y en concreto Brasil, pueden contener ingredientes perjudiciales para la salud, y ponen como ejemplo las altas cantidades de formol que se han encontrado en productos como la queratina.

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