Además de permitir la limpieza y regeneración profunda de la piel, el peeling ultrasónico consigue un rejuvenecimiento facial, atenúa las líneas de expresión y disminuye el oscurecimiento de las manchas.

Si bien la piel se exfolia de forma natural cada mes aproximadamente, eliminando de esta forma las células muertas que se encuentran en la capa más superficial de la piel y dando origen a la formación de nuevas células, podemos acelerar este proceso de descamación por medio del peeling. De esta forma se logra una regeneración completa de la piel que muestra un aspecto limpio, luminoso y elástico además de aportar una mejor circulación sanguínea.

Estos mismos resultados se pueden ver incrementados con el peeling por ultrasonido, ya que realiza en una sola sesión exfoliación, extracción y estimulación del colágeno, ayudando a que la piel recupere su elasticidad, firmeza y flexibilidad.

El peeling ultrasónico no es doloroso y no causa inflamación o enrojecimiento en la zona tratada. El tratamiento dura aproximadamente una hora y media, y los resultados se empiezan a notar inmediatamente. Al ser un tratamiento de ultrasonidos, no es recomendable su tratamiento en mujeres embarazadas, personas con infecciones en la piel o con heridas recientes.

Beneficios del peeling ultrasónico

El ultrasonido penetra en el tejido subcutáneo entre tres y diez centímetros, aumentando la temperatura de la piel y consiguiendo de esta forma una mejora de la circulación, una mejor oxigenación y una activación del metabolismo celular.

Además de permitir la limpieza y regeneración profunda de la piel, el peeling ultrasónico consigue un rejuvenecimiento facial, atenúa las líneas de expresión y disminuye el oscurecimiento de las manchas. Es efectivo por tanto para mejorar un cutis con leves arrugas, cicatrices de acné, poros dilatados, puntos negros o manchas cutáneas. También prepara los poros abriéndolos para una mejor penetración de cosméticos.

Técnica del peeling ultrasónico

Se realiza a través de ondas mecánicas con frecuencias de entre 200 a 400 kHz y actúa mediante vibración sin aplicación alguna de vapor sobre la piel. Su efecto produce una repolarización de la membrana celular y una profunda hipertermia localizada que estimulan los procesos metabólicos que ayudan a la producción de colágeno y elastina activando los fibroblastos. De esta forma revitaliza las células de la piel. Además, su acción se desarrolla desde la epidermis hasta el periostio, que es la membrana que recubre el hueso, consiguiendo un efecto revitalizador en los tejidos que se encuentran en la zona tratada.

Al ser un tratamiento de ultrasonidos, no es recomendable su tratamiento en mujeres embarazadas, personas con infecciones en la piel o con heridas recientes.

Los aparatos disponen de una espátula ultrasónica de acero quirúrgico que extrae las impurezas de la dermis. Esta espátula, según el modelo, proporciona diferentes programas de acción sobre la piel. Asimismo, algunos aparatos incluyen el láser frío que ayuda a la penetración del acido hialurónico para proporcionar a la piel mayor volumen y firmeza a la zona tratada.
El ultrasonido penetra en el tejido subcutáneo entre tres y diez centímetros, aumentando la temperatura de la piel y consiguiendo de esta forma una mejora de la circulación, una mejor oxigenación y una activación del metabolismo celular.









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